Revista Belleza

Guía básica de cosmética: el orden importa

Por Elbauldeanouk @Ana_Fdez90
Guía básica de cosmética: el orden importaDespués de la buena acogida que tuvo el primer post sobre la doble limpieza y con el que estrené la sección de la Guía Básica de cosmética (ya sea para principiantes o para entreteneros un rato), vamos a por un segundo post. Antes de empezar a hablaros un poco sobre los tipos de productos que hay destinados al cuidado de la piel, es muy importante que sepáis en qué orden debemos aplicarlos. Parece que no, pero el orden aquí también importa.
¿Lo estaré haciendo bien?Cuando entré en este mundo también desconocía muchas cosas y por supuesto, también me preguntaba muchas veces si el orden en el que aplicaba los productos sería el correcto o estaría haciendo algo mal. La verdad es que así es como se hacen muchos descubrimientos, partiendo de preguntas o hipótesis hasta dar con un veredicto final. Pues así lo hice yo también, a raíz de convertirme en una pequeña exploradora del skin care, entendí por qué cada producto tiene su lugar dentro de una rutina de cuidado facial. 
Antes de nada, os refresco la memoria con el post de la doble limpieza (aquí), ya que lo primero que tenemos que hacer antes de un cuidado facial es llevar a cabo una buena limpieza. Si la piel no está limpia en profundidad, los productos que apliquemos a continuación es probable que no actúen de la forma en que nos interesa. Guía básica de cosmética: el orden importa¿Cuál aplico primero y por qué?Ahora sí, pasamos a descubrir por qué unos productos van primero y por qué otros van después. Para ello es importante que tengamos en cuenta la textura de los productos. Lo suyo será aplicar primero los productos más ligeros y después los más densos, así se favorece a que sean mucho mejor absorbidos por nuestra piel sin saturarla. 
Dicho esto, lo primero de todo que debemos aplicar será el tónico (el gran olvidado, ya hablaremos más adelante de él y en mayor profundidad), ya que no solo es el más ligero, sino que es necesario para equilibrar la piel después de la limpieza. En el caso de las que utilicéis esencias, sería después de éste cuando deberíais utilizarlas.
En siguiente lugar, pasaríamos a aplicar otro producto con una textura generalmente líquida o ligera: los sérums. Normalmente es un producto que está compuesto (sobre todo) por agua, con lo que penetran sin problemas en nuestra piel, facilitando el efecto que nos proporcionarán los siguientes productos que apliquemos. Normalmente son productos que recomiendan dejar actuar unos minutos antes de seguir con la rutina.
Ahora pasaríamos a un producto que está destinado a una zona más específica del rostro: el contorno de ojos. Debemos aplicarlo siempre antes de aplicar cualquier otro producto que no hayamos nombrado antes. Es importante dejar que se absorba bien y tener en cuenta que es una zona más sensible, con lo que deberemos evitar que otros productos ocupen ese lugar (ya sea por posibles alteraciones que puedan causar en la zona o porque se reduzca su efectividad).
Le toca el turno al producto que seguro es el más conocido de todos: la crema hidratante. Según el tipo de piel o la función que tenga la que estemos utilizando será más o menos densa, pero siempre lo será más que el resto de productos que hemos mencionado. Así que, por eso la dejamos para el final, ya que así también habremos preparado la piel para que ésta actúe como nos interesa. Tener en cuenta que en algunos casos los productos más efectivos son los que aplicamos antes de ésta (sérums u otros tratamientos específicos), ya que en su mayoría la destinamos a hidratar la piel.
Si nuestra crema hidratante tiene factor de protección solar ya es un añadido, si no recuerda que deberemos aplicar la protección solar durante el día, siempre después de la crema hidratante. Por otro lado, si por la noche en su lugar deseas aplicar una mascarilla de esas que se dejan en la piel mientras dormimos, puedes sustituirla y utilizarla en lugar de la crema hidratante habitual.
Os recomendaría utilizar el aceite facial siempre después de la crema hidratante y por las noches, ya que así dejamos más tiempo actuar al producto y haciendo efecto en la piel, por el día nos arriesgamos a que brillemos cual bombilla. Además, también podéis sustituir la crema hidratante de la noche por un aceite facial más potente si os apetece, según las necesidades de vuestra piel.
Todos aquellos productos que sean más específicos para tratamientos especiales (acné, irritaciones,  marcas, etc.) deberéis aplicarlos siempre sobre la piel limpia. En mi caso, lo hago siempre después del tónico y antes del sérum (a no ser que el sérum que voy a utilizar ya trate lo que necesito).
Así que ya sabéis, el orden de los factores sí que altera el resultado, en este caso 😜.
¿Os ha resultado útil? ¿Seguís siempre este orden?

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