¡Hola lovelys! Creo que hablo por todas (y todos), cuando digo que una de las preguntas que más hacemos es sobre que tipo de piel tenemos. Vamos a comprar a cualquier sitio y encontramos productos para piel grasa, piel seca o mixta. Aunque también se suele ver mucho para piel sensible o madura. Pero, ¿qué piel tengo? ¿cuál es el ideal para mi?
Las pasadas fiestas, me regalaron un libro de cosmética. A primera vista me pareció muy interesante, sobretodo un básico para aquellas personas que están empezando en este mundo tan extenso. El libro en cuestión por si os interesa es Ultracosmetica de Laconicum. En él que aún no he terminado, nos hablan sobre muchas cosas, algunas no muy acertadas desde mi punto de vista, pero uno de los temas que sale a la luz al principio es el de los tipos de piel. Nos cuentan el nacimiento de la clasificación más famosa y que más conocemos hoy en día, y hablan de que se queda muy corta en nuestros tiempos. A partir de ahí y de unos comentarios que aparecen, empecé a preguntarme algunas cosas, así que me puse a investigar. ¿Desde cuándo el término de piel seca, grasa, mixta o sensible estaba obsoleto? ¿No puedo saber cuál es mi piel sin ir a que me la analicen?
La clasificación de toda la vida seguro que ya la conocéis, pero por si acaso vamos a hablar un poco de ella. A principios del siglo XX, Helena Rubinstein clasificó la piel en cuatro tipos; seca, grasa, mixta y sensible. Una clasificación que incluso a día de hoy sigue siendo muy usada y la más famosa. Pero no hace falta prestar mucha atención para darnos cuenta que cada vez se queda más corta.
Con los nuevos avances científicos podemos llegar mucho más allá. Pero ya no es solo eso, nuestra piel es complicada para llamarla simplemente grasa. Hay mucho factores más que intervienen. Por no hablar que nuestra piel cambia constantemente y sus necesidades no son las mismas a los 20 que a los 50. Por mucho que ambas sean pieles secas, por ejemplo. Así que la polémica sobre que clasificación es mejor o peor, esta servida.
En el libro The Skin Type Solution de la doctora Leslie Baumann, podemos diferenciar 16 tipos de piel. Sí, 16, pero aún así es muy simple y fácil de de valorar en función de 4 factores. Así que preparad la libreta que toca coger apuntes.
Hidratación
- Piel seca o dry (D):
Notaremos nuestra piel tirante y sin brillos gran parte del tiempo. Incluso debido a la pérdida de agua o a la falta de retención d la misma, podremos tener zonas escamadas.
- Piel grasa o oily (O):
Por lo contrario, con una piel grasa notaremos que nos salen brillos con mucha facilidad. Además de poder tener acné o unos poros más abiertos. En general, eso se traduce como una mayor producción de sebo.
Sensibilidad
- Piel sensible (S):
Cuando una piel suele presentar problemas como brotes de acné, picores o rojeces, se trata de una piel sensible. Pueden ser de varios tipos: acné, rosácea, alérgica o punzante. Es importante reconocer el origen para poder tratarla adecuadamente. Normalmente presenta una barrera menos resistente y suele tener reacciones inflamatorias al aplicar determinados productos.
- Piel resistente (R):
Sin embargo la piel resistente es aquella que no suele tener reacciones o acné. Al tener una capa de la piel más resistente, evita que alérgenos u otras sustancias irritantes penetren en la piel.
Pigmentación
- Piel pigmentada (P):
Esta seguro que resulta más fácil que las anteriores. Las pieles pigmentadas son aquellas que suelen tener manchas después de heridas, granitos, exposición al sol, pecas,..
- Piel no pigmentada (N):
Por otro lado, las que no tienen manchas de ningún tipo, son las no pigmentadas. Así que tienen una piel con un tono uniforme.
Arrugas
- Piel arrugada o wrinkled (W):
Este tipo de piel tiene (o tiene predisposición) a tener arrugas. Se incluyen tanto arrugas como líneas de expresión o incluso flacidez.
- Piel estirada o tight (T):
Por último, la piel estirada es aquella que no tiene arrugas por el momento y/o que no tiene predisposición a tenerlas (al menos muy pronto o muy marcadas). Así que tiene una piel suave y tersa.
Con cuatro simples factores, ya podemos conocer en profundidad nuestra piel Cogemos las iniciales de cada factor acorde a nuestras necesidades y buscamos la correspondencia en la tabla que podéis encontrar arriba.
En mi caso sería OSNT. O lo que es lo mismo grasa (oily) + sensible + no pigmentada + estirada (tight). Es importante tener en cuanta que la piel puede ir cambiando y teniendo necesidades distintas dependiendo de muchos factores, como por ejemplo el clima, la alimentación o los niveles de estrés. También que hay distintos grados, podemos tener la piel muy grasa o en el límite con la piel seca, y en ambos casos sería grasa (O), pero con unas necesidades ligeramente distintas.
¿Qué os parece esta clasificación? ¿La conocíais? ¿Sois más de la clásica o de esta? Yo sin duda alguna me quedo con esta. Siempre he tenido la piel grasa, pero también bastante sensible o incluso con algunas zonas más secas. Así que no me llego a sentir identificada con los tipos de toda la vida. Aunque evidentemente sirven para hacernos una idea aproximada de lo que necesitamos y lo que no para nuestra piel. Pese a quedarse algo corta. ¿Qué tipo de piel tienes según la clasificación de Baumann?
Espero que os haya resultado interesante y poder hacer más entradas de este estilo con el tiempo. ¿Os gustaría una de la clasificación tradicional y cuidados para ella?
¡Un besazo enorme! ¡Muuuuuack!
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