Bien, tenía un montón de ganas de hablaros sobre los champús secos. Hace tres meses que los descubrí y han supuesto un cambio radical en mi rutina capilar, y eso que yo era bastante escéptica con el tema, ya que aunque se llamen “champús”, no limpian exactamente el cabello. Es uno de esos productos desconocidos para la mayoría de las personas y creo que podría cambiar la vida a más de una (como me ha pasado a mí).
La existencia del champú seco no era completamente desconocida para mí, porque en mi casa mi madre y mi tía solían comentar mucho que ellas los usaban cuando eran jóvenes, porque estaba de moda, etc. Pero nunca había visto champú seco en tiendas y por supuesto, tampoco los había usado. Así que un día me encontré con el de Batiste y decidí probar :P
¿Qué es un champú seco?
Es un producto en spray o en polvo que se aplica sobre el cabello para eliminar la grasa de las raíces (haciendo que el pelo quede limpio) y aportar volumen al pelo, dejándolo suelto y fresco. Suelen dejar el cabello perfumado. Dependiendo de cada una y del champú que usemos, el resultado puede ser mejor o peor. Está pensado para utilizarlo entre lavados, cuando estamos fuera de casa y no tenemos acceso a agua (festivales, vacaciones, acampadas…) o cuando tenemos prisa y no nos da tiempo a lavar y secar el cabello.
Salvo excepciones, la mayoría funcionan igual: se aplica sobre la raíz, se masajea suavemente, se deja actuar unos minutos y a continuación se cepilla para eliminar cualquier resto de producto. El resultado puede ser muy variable como os he dicho, dependiendo sobre todo de nuestro tipo de cabello y del champú seco que utilicemos. Lo mejor es probar varios hasta dar con el nuestro.
Dependiendo del producto, el efecto de limpieza puede durar desde horas hasta días.
¿Dónde los venden? ¿Qué tipos hay?
Casi todas las marcas de productos capilares tienen un champú seco entre su gama de productos. En Europa los champús secos son muy populares y se utilizan bastante, pero aquí no, por eso puede ser complicado encontrarlos en las tiendas. Aún así, algunos como el de Batiste se pueden comprar en tiendas físicas, y si no, online podemos comprar casi cualquier marca. Los precios van desde los 2€ y pico hasta los 40€ que pueden costarnos los de marcas como Klorane, etc.
Aquí el precio no es un indicador de calidad, ya os aviso. No penséis que por comprar el más caro vais a obtener un resultado mejor. Sorprendentemente los mejores resultados se obtienen en la gama baja-media de precios. Por supuesto, hay diferencias entre ingredientes (naturales, sintéticos).
Cómo y por qué lo utilizo
Primero de todo, quiero dejar claro que el champú seco no es una guarrería. A pesar de no lavar el pelo, puesto que no hay agua ni jabón en el proceso, funciona de una manera muy inteligente. Yo no sé vosotras, pero no suelo ensuciarme el pelo. Al menos, suciedad como tal (polvo, tierra, etc.). Lo habitual es que lo que “ensucia” el cabello sea la propia grasa que se produce en el cuero cabelludo. Lo que hace este champú es absorber esa grasa. Además, supongo que todas estáis al día de lo malo que puede llegar a ser lavar el pelo a diario con agua y jabón, aunque siempre hay excepciones, este proceso de lavado puede resecar el cabello, irritar el cuero cabelludo y producir más grasa. Por no hablar de todos los residuos y siliconas que llevan la gran mayoría de champús, que es otro tema.
Mi pelo no es ni demasiado graso ni demasiado seco, podría decir que es normal. Con agua y champú tenía que lavarlo cada dos/tres días. Al tenerlo corto, no uso suavizantes ni mascarillas, y como os podéis imaginar para mí es un proceso súper rápido que hago en menos de 15 minutos. Así que no he empezado a utilizar champú seco para ahorrar tiempo, si no por otro motivo: el color.
Desde hace seis meses llevo el pelo teñido con un color de fantasía, y mantener este color durante el máximo tiempo posible es complicado. ¡Si alguna vez te has teñido el pelo con un color poco convencional sabes de lo que hablo! Estos colores no aguantan demasiado a no ser que te laves el pelo con agua helada (que también lo hago) y un champú especial para color. Pero aún así, su duración sigue siendo muy limitada. Y aunque mi tinte no tiene amoniaco me gustaría poder espaciar todo lo posible la coloración. Es aquí donde entra en juego el champú seco. El cambio que he notado en la duración del color ha sido brutal. Utilizo el champú seco entre lavados y eso ha reducido el uso de agua y champú en mi pelo casi a una tercera parte. Dependiendo de la semana, puedo aguantar con uno o dos lavados, y mi pelo siempre está limpio :D
Es más, si tienes el pelo muy liso, como me pasa a mí, es posible que te guste más después de haber usado champú seco que recién lavado, porque el pelo coge volumen y cuerpo.
Dejando claro todo lo anterior y los usos que podéis darle al champú seco, os quiero hablar de los champús secos que más me gustan y también enseñaros a hacer el vuestro en casa, con sólo tres ingredientes y completamente natural, ¡y nada que envidiar al que venden! Además, podéis usarlo para vosotras y también para vuestras mascotas, así que es un plus.
Mi primera experiencia con estos champús fue utilizando uno en spray, el champú seco de Batiste. Esta marca británica se dedica a la producción de champús secos y ofrecen una amplia variedad de aromas, siete en total, más champús secos especiales para rubias, castañas y morenas (ligeramente coloreados para que el producto no se note en el cabello). Sus champús vienen en sprays de diferentes tamaños para escoger el que más se adapte al uso que le queramos dar. Se encuentra en la gama de precios baja-media del mercado, pudiendo encontrarlo desde unos 3€. Basta hacer una búsqueda en Google para encontrar donde comprarlo online, aunque yo lo he comprado sin problema en una droguería.
Las instrucciones de uso son sencillísimas: basta con pulverizarlo sobre el cabello a unos 30 cm de distancia, masajear, dejar actuar 1 min. y luego cepillar para eliminar cualquier resto de producto. El polvo de este champú seco es blanco, por eso aunque se elimina fácilmente, recomiendo aplicarlo poco a poco.
¡Deja el pelo increíble! Suelto, con brillo y cuerpo. Y huele fenomenal (mi favorito es el Tropical, que huele a coco y a vacaciones). El efecto de pelo limpio dura días.
PROS: barato, efectivo, con variedad de fragancias y productos específicos según el color del cabello, fácil de usar, se elimina bien, efecto duradero, no testado en animales, apto para veganos.
CONTRAS: formato en spray (contaminante y puede resecar el cabello debido al gas), puede ser difícil encontrarlo en tienda física.
El siguiente que tuve ocasión de probar es el champú seco No Drought de Lush. Lo pedí como muestra cuando compré el desodorante sólido y la pasta de dientes en polvo. Venía en un botecito pequeño que os enseñé en el post.
Este champú seco se comercializa en formato polvo, dentro de un frasco de plástico. Ya conocéis la marca Lush, así que me ahorraré contaros todo lo guay que tienen :P
Aunque el formato sea distinto, se utiliza igual que todos los champús secos: poniendo una pequeña cantidad en la raíz del cabello, masajeando y eliminando los restos con el cepillo. Aquí la aplicación de una pequeña cantidad es clave, y el formato polvo con ese envase es una pésima elección. Aplicarlo en el pelo sin que se te caiga por todas partes es MUY complicado. Aplicar sólo la cantidad justa, también. Por eso se me ocurrió algo mejor: ponerlo dentro de un salero, jajaja. En serio, este pequeño gesto me hizo poder utilizarlo correctamente y ver cómo de bien funcionaba. Directamente del bote sólo conseguía llenarme las manos de polvo. En cuanto al precio, es bastante elevado si tenemos en cuenta los ingredientes y la cantidad, 50 g salen por 5,50€.
La lista de ingredientes la podéis encontrar en el enlace al producto que os he puesto arriba, pero me gusta mucho que sólo contenga un ingrediente sintético. Eso sí, se supone que huele a lima, y lo hace, pero sólo antes de aplicarlo. Después el pelo no huele a nada y eso me decepcionó un poco. El efecto limpio tampoco dura tanto, cosa de que hayan utilizado harina de maíz como ingrediente absorbe grasa (luego os hablo sobre esto).
PROS: ingredientes casi 100% naturales, apto para veganos, formato polvo no contaminante (sin gas, sin spray).
CONTRAS: no tan duradero, aplicación más complicada, no deja perfume en el cabello, sólo se puede comprar online, precio elevado.
¡Y ahora la parte divertida! ¿Sabías que puedes hacer champú seco en casa con sólo tres ingredientes súper simples? Es natural y económico, y puedes personalizar el aroma del champú. Y sí, funciona exactamente igual que los champús secos que os he enseñado, puedo asegurarlo ;)
Para hacer champú seco en casa en formato polvo (así evitas contaminar con un spray), necesitas:
– Arrow root. Hay que ver la de usos en cosmética DIY que tiene este producto… ¿recordáis los polvos faciales?
– Bicarbonato sódico.
– Aceite esencial en el aroma que más os guste.
– Cuchara medidora y recipiente para mezclar.
– Envase para guardar el champú seco (os recomiendo encarecidamente un salero).
Mezclaremos una parte de arrow root con otra de bicarbonato sódico. Después añadiremos unas gotas de aceite esencial, la cantidad dependerá de la cantidad de mezcla en polvo que hayamos hecho, pero 2 gotas por cada dos partes de producto está bien. Mezcla bien el aceite con el polvo y deja que la mezcla se seque completamente antes de envasarla. ¡Más simple imposible!
El arrow root funciona como absorbe grasa mucho mejor que la harina de maíz, ya que no deja ese efecto opaco en el cabello (y queda más limpio y brillante) y el bicarbonato sódico absorbe la suciedad y cualquier olor refrescando el pelo. El aceite esencial aporta el perfume, por eso puedes hacer champú seco con olor a menta, a limón… como más te guste :)
Para aplicarlo seguiremos el mismo proceso que con los champús secos comerciales. Lo mejor es ir separando el pelo en secciones y aplicando el producto en la raíz, para asegurarnos de que no nos dejamos ninguna zona sin champú seco.
Por el precio de 50 g de champú seco en polvo de Lush tenéis todos los ingredientes necesarios para hacer más de 500 g de champú seco en casa (y funciona mejor), con eso lo digo todo.
Un truco que ayuda mucho con el champú seco en polvo, además de guardarlo en un salero para poder aplicarlo fácilmente, es aplicarlo con una brocha de colorete. Así es súper fácil repartirlo por la raíz sin pasarse con la cantidad. Además, si quieres que el resultado sea perfecto:
– Si usas uno en spray respeta la distancia recomendada. Y hazlo por secciones, POCO A POCO.
– Deja actuar el champú seco entre 1 y 2 minutos.
– Para eliminarlo y que no quede ni rastro, utiliza el aire frío del secador (también te dará más volumen).
El champú seco no es un sustitutivo del agua y el champú tradicional, pero merece la pena darle una oportunidad. A mí me ha hecho tener el pelo mucho más sano (debido a que no tengo que lavarlo tanto con agua y jabón) y ha permitido conservar el color de mi pelo el triple de tiempo (antes tenía que teñirlo cada dos semanas como mucho, incluso lavándolo con agua fría. Ahora me aguanta bien un mes y medio más o menos). Por supuesto, hay mil marcas distintas, y cada cabello tiene unas condiciones diferentes, todo es probar y encontrar la que mejor se adapte a ti.
Si tenéis cualquier duda que no haya quedado resuelta en el post, sobre cómo hacer vuestro propio champú seco, o como aplicarlo, dejad vuestro comentario ;)
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