Revista Cine

Guía de comportamiento en cine para mamás

Publicado el 22 abril 2013 por Ochoymedio

Uno sabe que ya no es de “última generación” cuando empieza a indignarse: es la ley de la vida. Nos indignamos entonces con el equipo de sonido del carro de al lado, que hace retumbar el pavimento al ritmo de reguetón. Nos indignamos con los precios del agua en los restaurantes, pensando que es el colmo que no sea gratis. Y nos indignamos, claro, con los adolescentes que van a cine. No todos son unos bárbaros salvajes, por supuesto. Pero casi todos se comportan como si estuvieran en la casa frente a su televisor (seguro por eso nos patean cuando apoyan los pies en nuestra silla) Es la maldición del DVD: han olvidado la solemnidad que tenía hace unos años la sala en penumbras (¡y los viejos teatros!, los pobres chicos no tienen ni idea de lo bueno que era no tener que visitar un centro comercial para ver una película) Ya que el asunto es que se portan como en la casa, son las mamás (aunque estén en su mes, aunque las queramos tanto) quienes van a tener que educarlos antes de que los indignados derramemos una Coca Cola sobre sus hijos por el desespero.

Desde esta columna vamos a darles una mano y a compartir una guía práctica para que transformen a sus pequeños duendes en los angelitos que ustedes están seguras de haber criado, al menos en cine:

Crispetas

  • Compren maíz pira: como los niños de hoy no saben preparar crispetas (no sin un microondas a mano), creen que lo que cobran por un tarro está perfectamente bien. Mamás, hagan que entiendan que es un robo a mano armada, dándoles un puñado de maíz pira y diciéndoles lo que cuesta para que dejen de comer como náufragos, haciendo ruido durante media película. O hagan que se coman todas las crispetas (¡estos niños criados por Cartoon Network les dicen dizque “palomitas”!) a ver si dejan de regarlas por los pasillos.
  • Decomisen baterías: sólo una de cada 10.000 llamadas que se reciben en el mundo no puede esperar hora y media. Y es poco probable que sea un adolescente quien la reciba. Así que, por lo que más quieran, consigan que sus hijos apaguen o pongan en silencio o incineren sus celulares antes de entrar a una película. Y si sus ringtones son canciones de Wisin y Yandel o de Don Omar, donen los aparatos a una institución de caridad, donde seguramente serán usados para algo más que decir “Bien, aquí en cine, ¡en una película lentísima! De las que le gustan a mi papá”.

 

ninjas del cine

  • Usen esparadrapo: yo supongo que son los audífonos que llevan colgados a toda hora los que consiguieron que los adolescentes pierdan el oído. Por eso han olvidado lo que significa susurrar y por eso tenemos que aguantarnos sus conversaciones a voz en cuello, durante los trailers, en medio del beso de los protagonistas, cuando está a punto de aparecer el asesino. Esto nos lleva a sus deberes, madres. Deben comprar una buena provisión de esparadrapo y sellarles la boca a sus hijos, para que miren cómo se hablan las personas bien educadas entre sí cuando ven una película.
  • Vayan a cine con ellos: el hecho de que sea un descanso para ustedes cuando ellos no están en casa no es justificación. Doce años sigue siendo una edad insuficiente para tomar decisiones responsables y ustedes estarán labrando su propio futuro si dejan que sus hijos vean La masacre de Texas en vez de Ratatouille.

Por lo demás, queridas mamás, simplemente les pedimos que hagan con sus hijos lo que las nuestras hicieron con nosotros. Acciones sencillas, como no permitir que coman con la boca abierta. Cosas simples, como lograr que los únicos monstruos en una sala de cine, estén en la pantalla.

Artículo publicado originalmente en revista ÚNETE #33 de mayo de 2010

Guía de comportamiento en cine para mamás originalmente publicado en www.ochoymedio.info/blog en Apr 21, 2013.


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