Revista Arquitectura

Guía de materiales para no utilizar

Por Luissantalla

Leyendo la Guía de buenas prácticas de proyectos de urbanización sostenibles me he encontrado con un apartado en el que habla exclusivamente de materiales. Es de entender que los proyectos de urbanización por definición atienden a una construcción en serie y repetitiva, y que el ahorro en cada partida supone miles de euros que no se gastan.

Paradógicamente esta lista de materiales parece representar la integridad de materiales que se vienen utilizando en construcción los últimos 20 – 30 años. Podríamos realizar una tabla de todos los materiales clasificados y empezar a tachar casillas, como si de un juego se tratase, un quien es quien de la construcción para identificar a nuestro material estrella para nuestro proyecto.

Mas allá de criticar a esta guía, sorprende el enfoque tan directo en cuanto al descarte de materiales. Los criterios se basan en el origen de los materiales, sus costes de producción y las bajas emisiones contaminantes en su producción. La guía, rodeada de conceptos generalistas en todos sus apartados, nos deja una clasificación de “materiales buenos y materiales malos” la cual todavía no he encontrado el sentido completamente.

En resumen, si nos ponemos a clasificar podríamos decir, según la guía, que los materiales pueden ser:

idóneos

tolerables

A evitar

Yesos y escayolas

Vidrio

Pvc

Cerámica

Hierro

Aluminio

Aislamientos naturales

Acero

Colas industriales

Termo-arcilla

Cobre

Aglomerados

Morteros de cal

Plásticos ecológicos (PP, PE,
PB)

Composites

Madera con garantía de
procedencia

Pinturas plásticas y sintéticas

Pinturas y barnices naturales

poliuretanos

Yesos a bases de escorias

Cementos portland

Aislamientos sintéticos (poliestireno)

Hormigones convencionales

gres

Francamente, si nos ponemos a evaluar los materiales idóneos en el mundo de los proyectos de urbanización, puede que encontremos muy pocas soluciones. Los tubos de saneamiento cerámicos hace mucho tiempo que no los veo, y ahora, los que me encuentro por la calle los veo reemplazados por materiales a evitar.

Realmente, ¿para que sirve una guía como esta?

Ahora, dejando la crítica a un lado, una pregunta para vosotros: existe alguna guía que hable y compare realmente los materiales en función de sus costes de producción e incluyendo los gastos de transporte masivos que se hacen a diario y que realmente sí cuentan a la hora de calificar un material como sostenible?


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