Revista Opinión

Guía para entender las elecciones presidenciales en Francia

Publicado el 06 abril 2022 por Juan Juan Pérez Ventura @ElOrdenMundial

Francia celebra la primera vuelta de las elecciones presidenciales el domingo 10 de abril y, de ser necesaria, la segunda vuelta sería el día 24. De estos comicios saldrá el presidente de la República para el periodo 2022-2027, aunque los sondeos apuntan a la reelección de Emmanuel Macron. ¿Cuáles son las claves para comprender la cita electoral?

Francia, una república semipresidencialista

El modelo político de Francia es semipresidencialista. Esto significa que el presidente de la República es elegido mediante sufragio universal directo y, como jefe del Estado y cabeza del poder ejecutivo, goza de amplias prerrogativas. Además, está habilitado para disolver la Asamblea Nacional, que se renovará en junio, y para escoger a un tercio de los jueces del Consejo Constitucional, el tribunal que vela por la constitucionalidad de las leyes en Francia.

El presidente francés se escoge en una elección a dos vueltas. Para que un candidato salga vencedor en la primera, necesita de la mayoría absoluta, más del 50% de los votos; de lo contrario, los dos aspirantes más votados pasan a una segunda vuelta que se celebra dos semanas después. En la segunda votación, el candidato con más apoyos se lleva el triunfo electoral.

Macron y Le Pen, los candidatos principales

La primera vuelta de estas elecciones presidenciales en Francia tendrá doce candidatos. Cinco pertenecen a formaciones de izquierdas, mientras que los otros siete abarcan desde el centro hasta la extrema derecha. Del total, cinco aspirantes cuentan con más posibilidades de pasar a la segunda vuelta:

  • Emmanuel Macron es el favorito en estas elecciones. El presidente francés representa a La República en Marcha, el partido socioliberal y europeísta con el que ganó en 2017. Su manifiesto enfatiza la defensa de la soberanía francesa y europea con propuestas como el incremento del gasto militar o una mayor inversión en energía nuclear, eólica y solar. Su medida más controvertida es el aumento de la edad de jubilación de 62 a 65 años.
  • Marine Le Pen vuelve a postularse como gran rival de Macron. La líder ultraderechista será la candidata de la refundada Agrupación Nacional. Su programa respalda una reforma constitucional que declare la primacía del derecho francés sobre el internacional. Con ello pretende prohibir la regularización de los inmigrantes y restaurar los controles fronterizos. Le Pen también aboga por la salida de Francia del mando militar de la OTAN, propone una pensión mínima de mil euros, reducir el IVA en los productos energéticos o mantener la edad de jubilación.
  • Jean-Luc Mélenchon se ha erigido como la esperanza de una izquierda dividida. El candidato de La Francia Insumisa ha crecido hasta ser tercero en las encuestas. Su propuesta estrella es abrir un proceso constituyente para establecer una democracia parlamentaria que reduciría los poderes presidenciales. A nivel internacional, Mélenchon defiende el no alineamiento de Francia y su salida de la OTAN. También promueve elevar el salario mínimo de 1.269 euros netos a 1.400.
Sin esperanzas para las elecciones de 2022: ¿por qué la izquierda francesa no se une?
  • Éric Zemmour surgió de los medios para estas elecciones. El periodista galo ha revolucionado la carrera presidencial con su retórica nacionalista, xenófoba y contraria a la OTAN. Su nuevo partido, Reconquista, busca desbancar a la Agrupación Nacional como principal fuerza de extrema derecha. Propone desde expulsar a los extranjeros que supongan una “amenaza” para Francia, hasta prohibir la construcción de mezquitas o segregar en las escuelas a los niños con discapacidad.
  • Valérie Pécresse representa las pocas opciones de la derecha tradicional. La líder gaullista se postuló como rival de Macron tras ganar las primarias de Los Republicanos en diciembre. Sin embargo, su candidatura ha perdido fuelle. Pécresse se define como una mezcla entre Margaret Thatcher y Angela Merkel. Su programa también se centra en endurecer las leyes migratorias, aunque adopta un discurso más europeísta y atlantista que sus adversarios de ultraderecha.

Un país dividido por las desigualdades

La geografía electoral de Francia está atravesada por las disparidades económicas y sociales entre las zonas urbanas y rurales. Estas repercuten en las preferencias políticas de cara a las elecciones presidenciales:

  • La parte central y nororiental abarca las regiones rurales y las antiguas zonas industriales del país. Este núcleo geográfico se ha convertido en un bastión de la Agrupación Nacional, donde su discurso proteccionista ha reemplazado al dominio histórico de la izquierda.
El voto a Agrupación Nacional: la geografía electoral de la extrema derecha francesa
  • El oeste de Francia y las grandes ciudades, incluida París, son el caladero de votos de La República en Marcha. La región occidental destaca por su tradición comercial y su reticencia hacia el discurso conservador. Las urbes principales, por su parte, están llenas de jóvenes que comparten la visión cosmopolita y europeísta de Macron.
  • La costa sur de Francia es territorio de la extrema derecha. Los altos niveles de inmigración y el resentimiento tradicional contra las élites de París explican el éxito de su retórica.

¿Quién va a ganar y por qué?

Emmanuel Macron tiene muchas papeletas para continuar como presidente de Francia. La invasión rusa de Ucrania ha monopolizado la campaña por delante de la inmigración, la inflación o la energía. Esto disparó su popularidad como mediador y representante de los intereses europeos. Sin embargo, su impulso se ha frenado en las últimas semanas por el aumento de los precios y el estallido del escándalo McKinsey. Macron ha sido acusado de pagar a esta consultora para que realizara informes sobre sus políticas, lo que puede restarle apoyos al que ya ha sido tildado como el “presidente de los ricos”

La radiografía de la inmigración en Francia

Quien más puede beneficiarse de esta situación es Marine Le Pen. La candidata de la Agrupación Nacional ha intentado moderar su discurso para ensanchar su base electoral, más aún desde la irrupción de Zemmour. Durante la campaña, Le Pen se ha centrado en el coste de la vida de los franceses. De hecho, la pérdida de poder adquisitivo es el asunto que más preocupa en el país. Le Pen busca erigirse entonces como la defensora de la Francia rural y trabajadora frente al Gobierno de Macron, más cercano a las élites globalistas de las ciudades. Esta división ya le situó primera en intención de voto durante la crisis de los chalecos amarillos en 2018, un año después de haber perdido en segunda vuelta.

El crecimiento de Le Pen en las encuestas para estas elecciones presidenciales en Francia augura una lucha más reñida que aquella de 2017. Esta vez su candidatura no suscita tanto rechazo entre los franceses, por lo que Macron tiene más difícil movilizar un frente antilepenista en la segunda vuelta. Pese a ello, y con la izquierda dividida, el presidente mantiene el respaldo de las grandes urbes, mientras se presenta como garante de la estabilidad frente al extremismo de derechas y a la crisis a partir de la guerra en Ucrania.

El giro a la derecha de Macron para ganar a Le Pen

Guía para entender las elecciones presidenciales en Francia fue publicado en El Orden Mundial - EOM.


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