Esta última semana estuvimos en el Monasterio de Piedra, con ésta serán tres las veces las que he visitado este mágico lugar en mi vida. Desde mi infancia hacia que no venía a este lugar y quería que mi hijo pudiera verlo por primera vez.
Os preguntaréis que tiene este lugar de especial, sin dejar de lado su monasterio cisterciense declarado monumento nacional, el principal motivo para acercarnos a este lugar es su parque natural, donde el río piedra a su paso va formando paisajes de gran belleza en forma de cascadas, saltos de agua y chorreras, algunas de ellas tan espectaculares como la cola de caballo con una altura de 50 metros.
¿Cómo llegar?
Si venimos en coche tendríamos que coger la Autovía A-2, dirección Madrid-Barcelona hasta llegar a la salida Km. 204 (Alhama de Aragón – Monasterio de Piedra). Nuestro destino se encuentra pasando el pueblo de Nuévalos.
Si optamos por transporte públicos tendríamos que llegar hasta Calatayud (podemos hacerlo desde Zaragoza) y desde allí coger uno de los autobuses hasta Nuévalos.
Una vez lleguemos al recinto podemos aparcar el coche en el parking de la entrada, por suerte está controlado y es gratuito algo de agradecer.
Pasado el muro de entrada, nos encontramos en la plaza central desde donde encontramos el hotel y el monasterio, el restaurante, la tienda de regalos y las taquillas para coger las entradas.
Recomendamos madrugar para llegar pronto, ya que suele haber bastante cola. Con la entrada tenemos derecho a la entrada al monasterio, el acceso al parque y la exhibición de rapaces.
Visita al monasterio
Nuestra primera parada fue el monasterio, si bien se puede hacer en diferente orden, por proximidad empezamos por aquí.
La visita al monasterio se puede realizar de forma libre o por visita guiada según el gusto, por cuestión de tiempo decidimos hacerla por nuestra cuenta.
La zona principal de la visita es el claustro, ya que la otra parte son las dependencias del hotel. Si estamos interesados en alojarnos en el hotel, dispone de Spa e incluso puedes organizar tu bodas aquí, una opción muy original.
Empezamos nuestro camino con la historia del monasterio para desembocar al claustro. Aun siendo de siglo XIII, se conserva bastante bien salvo las estatuas y los frescos de las paredes que se encuentran bastante deteriorados. La primera salida nos conduce a la zona de la iglesia, la zona en peor estado, pero aun así nos deja ver las dimensiones de la nave.
Dentro de las salas que formaban las diferentes dependencias de los monjes, podemos ver diferentes exposiciones como la Historia del Chocolate es la Cocina Monacal, un museo sobre el carruaje con vehículos tan antiguos como una tartana, y finalmente el museo del Vino D.O. Calatayud en la antigua Cilla, donde podemos descubrir el proceso que seguían los monjes para destilar el vino.
Visita al parque natural
Una vez realizada nuestra visita al monasterio pasamos al lugar que estábamos desean, al parque.
El recorrido es de 5 km, que se hace rápido, aunque se recomienda ir con calzado cómodo ya que andamos por tierra. Si vamos con carrito debemos tener en cuenta que la cascada Caprichosa y la Cola Caballo su acceso se realiza por unas escaleras estrechas por lo que será necesario plegar el carro, por eso si podemos ir con el portabebés iremos más cómodos. Todo lo demás se puede realizar sin problemas, además de que hay rampas.
Empezamos nuestro recorrido por el parque, de forma simbólica podemos decir que el recorrido completo forma un ocho “tumbado”, donde la parte estrecha lo forma la gruta iris.
Empezaremos primero por la ruta más sencilla la que nos lleva a la cascada Caprichosa. Empezamos nuestra bajada hasta llegar a la primera de las cascadas, situada en el Baño de Diana. Siguiendo a la izquierda llegamos al lago de los patos, no vimos ningún pato, seguramente por las fechas que eran, pero nos daba igual porque detrás nuestro se encontraba una de las primeras cascadas espectaculares, la cascada caprichosa.
Antes de ascender por la cascada seguiremos el camino para ver la cascada de la trinidad, de menor tamaño pero igual de interesante.
Cascada Caprichosa y cascada Trinidad
De vuelta a la caprichosa, ascendemos por la gruta para seguir nuestro camino, por la zona alta veremos el origen del río Piedra, y diferentes saltos de agua. Siguiendo la senda empezamos de nuevo a bajar donde vemos los Fresnos altos y bajos donde en este caso el agua va chorreando sobre las grandes piedras hasta desembocar en las cascada iris.
Fresnos Altos
Con esto terminamos el primer círculo del recorrido, nuestro siguiente camino es la gruta iris, inconfundible por la cola de gente que está esperando poder bajar.
Aquí tendremos tener cuidado con los resbalones por la humedad del entorno, pero es uno de los recorridos más extraordinarios.
A medida que vamos bajando nos damos cuenta que estamos en la parte posterior de la gran cascada de cola de caballo de unos 50 metros de altura, el ruido del agua al caer nos acompañara en nuestra bajada.
Diferentes ventanas nos dejarán entrever la cascada hasta llegar a la parte más baja, donde podremos introducirnos aun más en el interior de la gruta que hay detrás de la cascada. Si miramos abajo veremos cómo grandes veces si cobijan aquí bajos las aguas de esta gran cascada.
Cascada Cola de Caballo
Seguimos por la gruta para esta vez cruzar por debajo de los túneles y salir a los pies de la cascada. Después de esta gran experiencia solo nos queda seguir el camino en dirección al lago del espejo.
Gruta Iris
De camino pasaremos por las pesqueras, unos estanques que sirven como piscifactoría, como podemos ver en los diferentes paneles explicativos.
Llegamos a un pequeño río de aguas cristalinas que nos lleva hasta el lago del espejo, curios lugar con aguas claras y tranquilas, y más sorprendente aún tras haber pasado por las fauces de la gran cascada.
Lago del espejo
Finalizamos el lago para llegar a la última de las cascadas, la de los chorreaderos que nos conduce por el camino de vuelta a la entrada de la gruta iris.
Finalizada la ruta decidimos comprobar si con un poco de suerte todavía podíamos ver el espectáculo de rapaces.
Exhibición de aves rapaces
El espectáculo se realiza desde mediados de marzo hasta el 2 de noviembre, con tres pases. Tuvimos la suerte de llegar sobre las tres y media y el último pase era a las cuatro.
Mientras esperamos pudimos recoger la foto que me habían hecho con uno de los búhos reales a la entrada, no todos los días podía tener un aves tan magnífica a mi lado, así que me llevo esta foto de recuerdo.
El espectáculo abrió las puertas 10 minutos antes y aprovechamos para ver las diferentes aves que veríamos a continuación.
Nosotros ya habíamos estado en la exhibición de aves de Faunia pero igualmente este espectáculo merece la pena. Las aves pasaba muy cerca de nuestras cabezas, y el Caracara se pavoneaba por delante de nuestros asientos corriendo detrás de su entrenadora, todo una diversión para los más pequeños y para nosotros.
Exhibicion de rapaces
Finalizamos nuestro viajes por este lugar único de Zaragoza, y tú has estado alguna vez en el Monasterio de Piedra, que tal te pareció?
Información útil
El precio de la entrada completa es de 15 € para adultos y 11€ para niños y mayores.
El horario de visitas es de 9:00 am hasta las 18:00 pm (de abril a octubre hasta las 19:00).
Más información en www.monasteriopiedra.com
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