¿Te gustaría sentir el placer de estrenar zapatos cada día? ¿Tus botas de invierno necesitan una puesta a punto después de la última temporada? Descubre cómo conseguir que tus zapatos, botas y sandalias luzcan siempre como nuevos con esta sencilla guía sobre el cuidado del calzado: limpieza, mantenimiento, consejos para conservar materiales especialmente delicados, como la piel, el ante o el charol… Si quieres saber más, ¡sigue leyendo!
Cuidados del calzado de piel, paso a paso
Los zapatos confeccionados con cuero natural son una opción excepcional tanto desde el punto de vista de la comodidad como del diseño, con una estética elegante que va más allá de las modas. Este material destaca por su flexibilidad, transpirabilidad y resistencia, mayor que la de los materiales sintéticos.
¿Cómo cuidar los zapatos de piel para que se mantengan tan bonitos como el primer día? Existen muchos tipos de cuero: piel lisa, ante, piel vuelta, charol… A continuación, repasaremos en detalle los cuidados y productos específicos que requiere cada uno, pero el proceso de limpieza y mantenimiento siempre incluye estos cuatro pasos básicos:
- Limpieza suave para eliminar la suciedad superficial
- Limpieza de manchas profundas
- Hidratación y renovación del color
- Pulido o abrillantado
¿Cómo cuidar zapatos de ante?
Las pieles especialmente delicadas, como el ante o el nobuck, requieren un tratamiento especial para no dañarlas. Estos tipos de cuero se conocen como cuero áspero, porque podemos apreciar el pelo. Sin embargo, al ser más porosas, estas pieles también son más susceptibles a las manchas y la humedad y pueden decolorarse con el tiempo.
Si buscas productos para el cuidado de zapatos de ante, asegúrate de elegir soluciones específicas para este tipo de pieles, ya que un producto demasiado agresivo podría arruinar tu calzado. Si el cepillado no es suficiente para eliminar la suciedad, existen limpiadores en espuma o gomas limpiadoras, muy prácticas y efectivas para eliminar manchas persistentes.
¿Cómo cuidar zapatos de charol?
Cuando se trata de glamour, ¡nada puede ganarles a unos relucientes zapatos de charol! Para fabricar este calzado se utiliza cuero recubierto con laca, que le confiere su característico acabado lustroso. El cuidado del calzado de charol resulta mucho más sencillo que el de la piel o el ante. Para limpiar unos zapatos de charol solo necesitaremos agua, un jabón neutro y un paño húmedo. Si hay suciedad incrustada, podemos usar un cepillo de cerdas suaves con extremo cuidado, para no rayar el cuero. Para nutrir la piel y realzar el brillo natural del charol también es aconsejable usar una crema o cera nutritiva.
Kit básico para el cuidado de zapatos de piel
Ahora que ya conoces las peculiaridades de cada tipo de cuero, ¿qué productos necesitas para llevar a cabo una limpieza y mantenimiento adecuados? Estos son los básicos para el cuidado del calzado con los que siempre deberías contar en casa:
1. Cepillo de cerdas suaves
Sin duda, uno de los productos imprescindibles para el cuidado del calzado de piel, empleado para eliminar los restos de polvo y suciedad superficial. Las cerdas suaves, normalmente de pelo de caballo, permiten limpiar estos residuos con suavidad, sin dañar la superficie de la piel.
2. Cepillo de cerdas duras
¿Necesitas eliminar manchas persistentes? Si no acostumbras a limpiar tus zapatos a menudo, la suciedad se incrustará en la piel y necesitarás realizar una limpieza más profunda con un cepillo de cerdas duras, como los cepillos de metal. Cepilla enérgicamente para eliminar las manchas, incidiendo en las costuras y las suelas.
3. Espumas limpiadoras
Este tipo de productos están formulados especialmente para ofrecer un alto poder limpiador en pieles especialmente delicadas, como el ante o el nobuck. Los más habituales son los limpiadores en espuma jabonosa. La mayoría de estas espumas incluyen una esponja aplicadora, pero también puedes usar un cepillo aplicador para dosificar el producto.
Después de dejarlo actuar, solo tienes que retirar el excedente con un paño húmedo y cepillar suavemente el pelo para levantarlo de nuevo.
4. Esponjas y gomas limpiadoras
Las gomas o esponjas limpiadoras son perfectas para el cuidado de los zapatos de ante o nobuck, ya que, a pesar de ser realmente eficaces, también son suaves y respetuosas con la piel. Además, son increíblemente duraderas, por lo que resultan una inversión muy interesante para mantener en perfecto estado de revista tu calzado más delicado.
5. Betunes y renovadores del color
Con el paso del tiempo, el cuero puede decolorarse y perder su brillo natural. Para evitarlo, dentro del catálogo actual de productos para el cuidado de los zapatos de piel también encontrarás productos renovadores del color, que devolverán a tus botas, zapatos y botines su tono original.
Dentro de esta gama se incluyen betunes en distintos colores o productos específicos para el cuidado de zapatillas deportivas blancas, por ejemplo. Para aplicarlo, distribuye el producto uniformemente sobre la piel y déjalo actuar un par de minutos y retíralo con un paño húmedo.
6. Cremas nutritivas
Estos productos para el cuidado del calzado tienen aplicaciones similares a los betunes y renovadores del color, aunque, en este caso, se trata de cremas neutras, aptas para todo tipo de tonos. Estas cremas están fabricadas a partir de ceras naturales, como la cera de abeja, y aceites nutritivos idóneos para conservar la flexibilidad del cuerpo y reavivar su color y su lustre, además de protegerlo contra la humedad.
7. Cepillo de lustre
Una vez nuestros zapatos estén completamente limpios y la piel hidratada y nutrida, ¡llega el momento de sacarles brillo! Este tipo de cepillos es otro de los productos básicos que no podía faltar en el maletín de trabajo de los limpiabotas de antaño. Para usarlo, realiza movimientos cortos, pero firmes. Verás como, tras unas pocas pasadas, la superficie queda brillante y lustrosa, ¡como recién salidos de la caja!
8. Protectores para calzado
Estos productos de cuidado del calzado, normalmente presentados en formato spray, permiten crear una película transparente e impermeable sobre la piel del zapato para protegerlos contra la lluvia, la humedad y la suciedad. Además, algunos sprays protectores también aportan protección contra los rayos ultravioleta, para evitar la decoloración de la piel.
Para terminar, recuerda que la limpieza de tus zapatos debería ser una tarea diaria así que, ¡nada de excusas! Anímate a poner en práctica estos sencillos consejos para el cuidado del calzado y comprobarás cómo tus botas y zapatos de piel se mantienen impecables, ¡año tras año!
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