Idioma original: Inglés
Año: 2015
Editorial: Puck
Traducción: Antonio Padilla Esteban
Género: Novela
Valoración: Recomendable
Tengo un recuerdo muy grato de las películas que me acompañaron en la infancia, esas películas en las que los niños eran los protagonistas y les pasaban cosas alucinantes: se encontraban con extraterrestres, se enfrentaban a Drácula y al hombre lobo, conocían a Jack el Tuerto o se perdían en laberintos llenos de Goblins… Cuando leí la contraportada de Trollhunters encontré una frase que decía así: “Acción, humor y horror a raudales en una novela alucinante”, a lo que yo apunté, eso solo es posible en las películas de los ochenta; mezclar risa y horror solo resultaba bien en aquellos films que no se han vuelto a repetir. Tendré que darme un punto en boca o no volver a juzgar un libro por su portada o… Bueno, en fin, que debería empezar a coger los libros por las solapas sin poner tanto remilgo.
En San Bernardino en el año 1969 hay una oleada de desapariciones que se quedarán sin resolver. Jim Sturges pierde a su hermano Jack, suceso que trastocará su vida y la de su hijo Jim Sturges junior que, lastrado por un padre trastornado, se arrastrará desde las clases de su instituto (donde es cebo para acosadores), al mundo subterráneo donde se verá las caras con trolls.
Como decía al principio, este libro tiene algo muy cinematográfico, sobre todo el inicio, que está narrado de tal forma que casi puedes verlo en pantalla grande, puedes escuchar el pedaleo de las bicis de los dos hermanos, puedes sentir el aire, puedes estar dentro de las páginas sin ningún tipo de dificultad. Es uno de los comienzos más ágiles que he leído en los últimos tiempos, y es algo muy de agradecer.
La verdad es que nunca me había planteado leer un libro en el que los personajes principales fueran trolls. Hasta ahora los trolls eran personajes secundarios algo tontos que no tenían gran peso, al menos en las novelas de fantasía que habían aterrizado en mis manos, pero siendo el autor Guillermo del Toro, acompañado de Daniel Kraus, sí que estaba muy dispuesta a ver qué habían creado. Lo que tengo que decir es que me han presentado a distintas razas de trolls, cada una con sus atributos, y me han dejado ojiplática con lo que pueden dar de sí estos asquerosetes seres y, sí, digo asquerosetes como también podría decir repugnantes, desagradables, gores y, en algunos casos, entrañables personajes que, lejos de cansarme o parecerme un peñazo, me han entretenido, me han hecho reír y también me han obligado a mirar bajo la cama antes de acostarme.
Podríamos decir que el libro está dividido en dos partes, la parte del subsuelo donde se encuentra el mundo de los trolls (un mundo muy bien dibujado y rico en matices), y la parte humana con Jim Sturges como protagonista, acompañado en su día a día por “Gordi”, compañero inseparable de fatigas, y Clare, una chica poco común… Cada uno de estos personajes se te va a pegar a la memoria como el velcro y vas a echar de menos sus aventuras cuando termines de leer, pero no solo a ellos, cada personaje del libro tiene su miga, no hay ninguno que pase desapercibido.
Otra cosa que quiero resaltar es el gusto por lo que no es de buen gusto, y es que aquí los personajes no son guapos ni héroes, más bien todo lo contrario.
Como punto negativo, y es un punto pequeño, tengo que decir que Trollhunters tiene partes en las que el ritmo de la lectura decae cuando se enredan en batallas. Habrá gente que adore esto, yo no, nunca he sido amiga de la acción así que es algo que normalmente me aburre. Lo bueno es que, siendo un libro de fantasía, no cae en el exceso de ser demasiado descriptivo (en realidad no se echa en falta en ningún momento).
Poco más, lee Trollhunters si eres un friki que adora el mundo de la fantasía aunque estés un poco pasado de años, como yo. No te va a decepcionar. Bueno, también puedes leer el libro si tienes quince años y quieres vivir aventuras. Por último, lee este libro si eres un nostálgico que tiene las estanterías llenas de títulos tipo los Goonies, también como yo.
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