Tal día como hoy en 1836 nació en Sevilla una grande entre los grandes. A él he querido dedicar el post de hoy. Se trata del escritor:
Gustavo Adolfo Bécquer
Conocí la obra del poeta en el instituto y al primer contacto con sus rimas quedé totalmente prendada de él. Nunca he sido lectora de poesía principalmente porque, por mucho que lo intentaba, a la mayoría de los poetas no les entendía. Odiaba leer un poema que a mi parecer hablaba por ejemplo de la naturaleza, y luego descubrir que en realidad el poeta estaba utilizando diferentes figuras retóricas como metáforas y símiles para hablarnos de algo completamente diferente, y que yo era incapaz de descubrir entre las líneas.Por eso me encanta Bécquer, porque su poesía es clara, transparente, simple, bella, intimista, romántica y muy sensible. Es increíble los sentimientos que Bécquer consigue transmitir al lector sin necesidad de recurrir a ampulosidad alguna. La escritura del autor no es nada recargada, y os puedo asegurar que en cuanto empezáis con la primera rima es imposible dejar de leer.
Una de mis rimas favoritas
La vida del autor es muy triste, no tuvo éxito en su época y murió a la temprana edad de 34 años, arruinado en lo personal y en lo profesional, pues además de no lograr nunca el éxito deseado, su mujer lo había abandonado. Es triste también pensar que ni siquiera pudo imaginar lo famosa que sería su obra a título póstumo. Por desgracia estas cosas suelen pasar bastante a menudo entre grandes autores, pintores (me viene a la cabeza Van Gogh) etc.Por otro lado, esa misma melancolía y tristeza que parece que le acompaña durante toda su vida, queda muy bien reflejada en algunas de sus rimas, siendo bajo mi punto de vista, las rimas sobre el desamor las más profundas y bellas de todas.


