Revista Infancia

GyroBowl (reseña)

Por Pingüicas

GyroBowl (reseña)Les recuerdo que en la descripción de la sección de Reseñas, yo les advertía que entre algunos de los productos que podría mencionar, tal vez hubiera cosas que “en realidad no son de gran utilidad, pero que te mueres de ganas por tener”. Bajo advertencia, no hay engaño… ahí les va uno: el GyroBowl.

Vi el anuncio por primera vez durante mis vacaciones. Ya saben, era el típico infomercial que te logra convencer en 3 segundos y que además, si eres de las primeras 100 personas en llamar, ¡te regalan 2 x el precio de 1!

Beto estaba sentado junto a mí. Nos volteamos a ver al mismo tiempo. Yo con cara de “please!” y él con cara de “ni lo pienses”. No tuvimos que cruzar ni una sola palabra. Quedó clarísimo… yo, digo, Luca se quedaría sin su GyroBowl.

Pocos días después, durante un largo viaje en coche, le pasé a cada uno de mis hijos una bolsita llena de Cheerios… ya saben que barriga llena (y boquita ocupada) = corazón contento (y viaje más ameno). Luca no se pudo comer ninguno. ¿Por qué? Porque todos se le cayeron en su sillita del coche. Lo mismo sucedió con los cacahuates y las pasitas. Obviamente, una vez que llegamos a nuestro destino, fue necesario una buena aspirada por todo el coche. Sin tan sólo hubiéramos comprado el GyroBowl…

En fin, no lo compré. La verdad, sí me quedé con las ganas. Pero estoy consciente de que $14.99 USD por un platito, sí es mucho dinero (aunque ya vi que también en la página web, si compras uno “te regalan” otro, así que realmente vale la mitad).

Pero… aquí viene lo bueno. Lo acabo de encontrar en Amazon por tan sólo $5.89 USD, así que ya me animé otra vez. Creo que es hora de poner en práctica mis habilidades para ejercer mi poder de convencimiento: “Beto, mi amor, ¿sabes qué estaría bien comprarle a Luca…?”


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