Bueno, no, no es que haya muerto el célebre teniente de la televisión, sino el actor que le dio vida durante más de 15 años. Peter Falk, el teniente Colombo, siempre "despistado", siempre con su gabardina vieja, sucia y mal planchada, llenó muchas noches las pantallas de nuestros televisores, compartiendo protagonismo con otros detectives famosos de la época como McCloud, el teniente Kojak o Banacek. Cada uno tenía sus peculiaridades y a todos les vimos con asiduidad, pero era el teniente Colombo el que más nos gustaba a todos, y de hecho, de las cuatro series es la única que se ha repuesto en distintas ocasiones, y todavía, en alguna de las muchas cadenas de televisión que hoy proliferan y podemos elegir para pasar nuestro tiempo de ocio, aparecen capítulos, aunque sean sueltos.
Peter Falk supo dar vida a un personaje entrañable pero implacable. No había criminal que consiguiera darle esquinazo, por muy listo que fuera, y creo que todos los que pudimos ver sus aventuras hemos pensado e incluso dicho que, si cometíamos alguna vez un crimen y venía Colombo, confesaríamos el crimen a la primera con tal de no aguantarle durante una hora de capítulo con su pesadez y su acoso. Una pena que haya desaparecido Peter Falk, pero ojo, asesinos, Colombo nunca muere y seguro que aparecerá en la pantalla de vuestras televisiones para recordaros que ningún crimen queda impune...