Revista Deportes
Tiene 21 años, juega en el Werder Bremen y, seamos sinceros, había que ser un poco friki para tenerle tomada la matrícula antes del Mundial. Pero en Sudáfrica está triunfando. Se llama Mesut Özil, es de origen turco y ejerce de crack en la selección de Alemania. Ante Ghana, firmó uno de los goles del torneo. Gol que, además, dio a la Mannschaft el pase a octavos. Los africanos también pasaron en un grupo en el que Serbia protagonizó una auténtica debacle. Los de Radomir Antic dependían de sí mismos para lograr un pase histórico, y perdieron ante… ¡Australia! Un palo durísimo para un país que, en ocasiones, lleva eso del orgullo nacional demasiado lejos. Alemania pasó como primera de grupo, por lo que en octavos tiene premio: Inglaterra. Los Pross ganaron a Eslovenia -gol de Defoe, al que Capello dio una oportunidad ante el nulo rendimiento de Heskey en los dos partidos anteriores-, pero dejaron una imagen lamentable, pasándolas canutas ante un combinado balcánico que los acogotó pese a estar clasificado. Inglaterra acabó el partido perdiendo tiempo miserablemente y pidiendo patéticamente la hora. Sobra la bocina llegó también el tanto de Estados Unidos ante Argelia que dio el pase a los yanquis como primeros de grupo, dejando fuera a Eslovenia. Ojo a USA, un equipo más duro que un diamante y que se cruzará en octavos con Ghana. Nuevo orden Mundial. Compartir: