Básicamente, este es el argumento de “Ha vuelto” una novela que, a pesar de su toque humorístico, no es una novela más o, al menos, así me lo ha parecido a mí.
El utilizar o mejor, imaginar que un personaje histórico importante regresa a la época actual no es nuevo, ya en la misma Alemania David Saffier lo hizo con Jesús en su novela “Jesús me quiere”, en España ocurrió algo parecido con Franco en la novela de Vizcaíno Casas “Y al tercer año resucitó”. Novelas, sobre todo la de David Saffier, que el lector recuerda cuando empieza a leer “Ha vuelto”. No es que sea una copia sino que las situaciones a las que se enfrenta Hitler son bastante parecidas. Como Jesús también debe enfrentarse a un mundo que no es el suyo, bastante diferente al que conocía lo que provoca situaciones un poco cómicas. Al igual que le sucede al Jesús de Saffier, a Hitler todo el mundo le confunde con un famoso actor que le imita en televisión. Nadie le toma en serio aunque a él al principio no le hace mucha gracia, poco a poco va acostumbrándose. Sobre todo va habituándose al cambio que ha experimentado Alemania y la sociedad germánica. Le impacta saber que, al frente del Gobierno, hay una mujer y que tiene bastante peso en el resto de Europa.
Tomar a un personaje histórico como Adolf Hitler y convertirlo en protagonista de una novela tiene sus riesgos y más darle un toque cómico. De todos es sabido cómo era y lo que hizo así que, el autor, corre el riesgo de que su Hitler sea mal recibido. Pero, a pesar de todo, he de reconocer que el Hitler protagonista de la novela, aunque se supone que es el auténtico, logra despertar un sentimiento de cariño y simpatía por parte del lector mas que nada debido a que el autor lo ha humanizado. Aunque este Hitler se comporta como el auténtico ( que en la novela lo es) hay momentos en los que se aprecia dicho pequeño atisbo de humanidad y un buen ejemplo es cuando la chica que le pone la productora de secretaria, la señorita Krömeier, le confiesa que ya no podrá volver a trabajar porque su abuela está en contra. Extrañado Hitler le pregunta por qué, ella le enseña una vieja fotografía en la que se ve a una familia feliz, una familia alemana (le dice el mismo Hitler) ella le confiesa que 2 semanas después de tomarse la fotografía murieron, Él cree que fue debido a un bombardeo aliado, y se asombra cuando ella le confiesa que murieron en un Campo de Concentración porque eran judíos pese a que sus rasgos eran arios. Es un momento bastante especial, el lector es consciente, lo mismo que el autor, de que el verdadero Hitler no hubiese reaccionado así por lo que es positivo que, Timur Vernes, haya querido esgrimir una disculpa o un sentimiento de culpa a través del literario. El resto de personajes que acompañan a Hitler son de lo más variados. Está el quioquero que es el primero que le ofrece ayuda, los miembros de la productora de televisión, la propia señorita Krömeier. Todos ellos toman a Hitler como un pobre hombre, se nota en ellos un cierto sentimiento de lástima, le siguen la corriente porque creen que está enfermo. Ninguno de ellos admite que es el verdadero Führer.
Este es el contrapunto que tiene la novela. A medida que vas leyéndola van surgiendo sentimientos contradictorios. Odias al Hitler verdadero pero acabas sintiendo una simpatía hacia éste. Timur Vernes le da una segunda oportunidad pero sin querer que la gente perdone. Al mismo tiempo, su personaje, la idea de esta vuelta de Hitler a Alemania es un experimento: ver si en pleno siglo XXI va a ser capaz de atraer a las masas, de alienarlos. La coyuntura es, más o menos, la misma que encontró Hitler en 1931 cuando subió al poder: una crisis económica. Ahora, en 2011, también consigue convencer con su discurso, con su crítica a la situación que se atraviesa, con su crítica a la sociedad alemana. Ideas bastante atrevidas sin lugar a dudas pero que ha sido tomadas con humor por los lectores alemanes. En Alemania, “Ha vuelto” ha sido recibido como lo que es: una crítica de Hitler algo que nadie había hecho hasta entonces. "Ha vuelto" es una novela arriesgada. Está escrita en clave de humor pero, al menos es lo que me ha ocurrido a mí, no es de las que provocan grandes carcajadas más bien sonrisas. No obstante ello no le quita que sea bastante original.
Está narrada en primera persona, en todo momento es Hitler quien habla y quién va narrando lo que sucede. El estilo de Timur Vermes es ágil, fresco, se le nota su faceta periodística lo cual aporta calidad a la novela. Es, en definitiva, una novela fácil y rápida de leer. Una novela que no se queda en lo anecdótico sino que aprovecha para hacer una crítica a la sociedad alemana, a la situación que está atravesando el país.
A mí me ha gustado. Reconozco que la esperaba mejor pero no me ha disgustado por eso la recomiendo, más que nada por la curiosidad y el giro que le da al personaje, es un Hitler que nada tiene que ver con el que todos conocemos.