Habemus presidentun…

¡Ya está! Por fin se ha cerrado todo este proceso que tanto ha durado y que ha dado como resultado la reelección y la investidura del nacionalista Paulino Rivero. El Parlamento ya comienza una nueva andadura y como curiosidad, con un Jefe de Gobierno que repite en el cargo. Muchas fueron las cábalas que se hicieron tras conocer que hubo casi un empate técnico entre CC y PP, pero al final y como si de una partida de dados se tratara, aquellos que tenían un dado marcando el cuatro encima de la mesa, se apresuraron en buscar a los que les harían sumar el siete de la suerte.

Dicho así, a lo mejor no tiene mucho sentido, pero para los que vamos todos los fines de semana a Las Vegas a gastarnos algunos dólares sí lo tiene ya que el siete es el número ganador en la mesa de los dados. Pero una vez que se han acabado los culebrones, quizá ahora sea cuando peor lo pasemos porque empezará la guerra ya que si en la etapa pasada los nacionalistas consiguieron el poder absoluto gracias a la derecha, ahora lo obtienen dando un giro a babor.

No soy analista político, ni pienso serlo puesto que para ello tendría que estudiarlos más a fondo y créanme que preferiría trabajar en el Área 51 norteamericana, pero lo que sí puedo dilucidar de este acuerdo es que será…otro más de la lista. Ahora se habla de que la reforma electoral tiene más presencia que nunca. Que no es justo que aquellos que votaron a un partido y cuando vieron que este ganó ahora se tenga que quedar fuera por los acuerdos de otros.

Me pueden llamar escéptico o incluso descreído o receloso ya que son sinónimos de la primera, pero pueden hacerlo porque “No me creo nada”. Ahora la estrategia en cuestión será aquella de seguir hablando del asunto pero cada vez menos e ir dilatando el tema en cuestión hasta situarlo en el limbo político, de tal forma que; si no se ha llevado a cabo es por las trabas burocráticas o por la falta de entendimiento con las otras fuerzas políticas.

Y ahora que lo pienso, toma mucho sentido algo que me dijo un anciano hace tiempo al referirse al sistema político en cuestión y sobre todo al actual sistema electoral en particular. Mientras leía un periódico, alguien le daba de comer a las palomas. Este buen hombre al ver que no paraba de resoplar al leer sobre la reforma electoral me dijo: No gobierna quien debe, sino quien puede. Cuando levanté la vista, vi que esas palabras, eran de alguien que sabía mucho del asunto, un Ex-Presidente del Ejecutivo Canario.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…