En Bristol, una ciudad fría, desolada, de almacenes abandonados, casas encantados, hospitales terroríficos, hay una casa rosa. Está situada en un barrio obrero. En apariencia es una casa más pero las apariencias engañan. Los inquilinos son monstruos, aberraciones de la naturaleza... aunque lo cierto es que son más humanos que cualquiera de nosotros porque aspiran a poder ser uno más dentro del rebaño.Ellos son Mitchell, George y Annie. Nombres comunes para seres poco comunes.
Mitchell es un vampiro. Fue transformado durante la I Guerra Mundial en el campo de batalla. Ha vivido mucho desde entonces, aunque hace un tiempo sufrió un cambio y desde entonces es abstemio, no toma sangre humana. Le cuesta mucho controlarse, sobretodo porque los de su especie no dejan de tentarle y molestarle. Pero Mitchell quiere cambiar, sin embargo es muy difícil luchar contra la sed de sangre.
Los vampiros de la serie (Mitchell no será el único que conozcamos) están perfectamente insertados en la sociedad, viven entre nosotros sin levantar sospechas. Soportan la luz del sol, aunque no son como los de Crepúsculo que brillan como gusiluz, pero no las estacas y los símbolos religiosos. Son poderosos, herméticos, sectarios, con una gran carga sexual, juguetones y seductores.
George es un hombre lobo desde hace relativamente poco, unos dos años cuando fue atacado por uno durante unas vacaciones en Escocia. Desde entonces ha dejado atrás su vida para no hacer daño a los que quiere por culpa de su maldición. Aunque en principio los vampiros y los hombres lobos no se soportan, Mitchell ayudó a George cuando éste recibió una paliza por parte de un grupo de vampiros. Luego en algún momento se fueron a vivir juntos a la casa.
George es un personaje maravilloso, mi preferido sin duda alguna. Es un ser tímido, lleno de manías, inteligente (habla un montón de idiomas), cariñoso y decidido a integrarse de nuevo en la humanidad. Su condición de hombre lobo le ha arruinado la vida, él sólo aspira a ser normal, a no tener que transformarse una vez al mes en una bestia, a no despertarse en el bosque desnudo, a no ser controlado por el animal que lleva dentro. George durante la primera temporada llegará a conocer al licántropo que lo transformó, se enamorará, y luchará por sus amigos demostrando ser el más valiente y el más sacrificado del grupo. El actor que interpreta a este personaje es Russell Tovey, para los amantes de Doctor Who Alonso Allons-y.
Y Annie, un fantasma. Annie ya estaba en la casa cuando Mitchell y George se mudaron ¿Por qué? Pues porque murió allí, así que está ligada al lugar. Annie en principio sólo es visible para ellos pero con el tiempo aprenderá a controlar sus poderes y podrá aparecerse ante más gente. Annie murió joven, con apenas 22 años, vivía con su prometido en la casa. No sabe porque sigue aquí pero está decidida a averiguarlo. Mientras se pasa el día haciendo té y suspirando por Owen, su prometido, que además es el casero. Los chicos intentarán ayudarla, sacarla de casa. Annie llegará a saber por qué murió y perseguirá al culpable. Es un arco argumental que me gusta mucho pues la persona en cuestión actúa de forma totalmente inesperada. Annie es en principio la menos interesante, dado que está restringida a la casa pero poco a poco eso cambiará dotándola de más entidad dentro de la historia. Gracias a los chicos Annie reune el coraje suficiente para enfrentarse a sus demonios y aceptar su situación.
Cuando hablas sobre la serie y te preguntan de qué va dices: “Esto es un hombre lobo, un vampiro y un fantasma que viven juntos...” parece un chiste. La serie contiene humor, detalles que te hacen sonreír pero es también una serie fantástica, de terror y drama.
Los protagonistas despojados por diversas circunstancias de su humanidad intentan recuperarla, buscarla, interpretarla si es necesario. Aunque la cuestión viene a ser ¿qué define a un ser humano? ¿su capacidad para amar? ¿su sacrificio? ¿su pasión? Porque nuestros tres protagonistas demuestran ser más humanos que muchos de nosotros. Tal vez nunca perdieron esa cualidad, es una cuestión de semántica. Deben aceptar lo que son pero sin perder lo que fueron, fusionar ambos mundos lo mejor posible y vivir. Los personajes están muy logrados, no son planos, ni predecibles. No resultan tontos ni poco creíbles. Hay mucha emoción en la serie, momentos dramáticos, momentos divertidos, sexo, sangre, muerte y amistad.
La fachada de normalidad de Mitchell y George se completa con un trabajo como celadores en un hospital (siniestro lugar) donde se sucede gran parte de la acción de la serie. Mitchell tendrá que lidiar con el jefe de los vampiros de la ciudad, un policía, que además fue su sire. George se enamorará de una enfermera con la que iniciará una particular relación debido a los miedos del chico y al fuerte carácter de la mujer.
Hacía tiempo que tenía la serie pendiente, pero no tenía tiempo para ponerme con ella, y eso que son sólo siete capítulos en su primera temporada. Aunque uno de ellos para mi sobra, el piloto. Ahora la segunda temporada ya ha empezado y me pondré con ella en breve porque debo admitir que Being Human me ha cautivado. Me gusta la historia, los personajes, la fantasía, el humor, el drama, me gusta la casa rosa y Bristol. Las transformaciones de George (brutal cuando explican como es el cambio), las miradas de Mitchell, la ingenuidad de Annie.
Si os gustan las historias de fantasía, terror, vampiros, hombres lobo y fantasmas. Si os van las series inglesas de calidad, originales y nada pretenciosas. Probad suerte con Being Human, tal vez os sorprenda, tal vez no, pero no creo que deje indiferente a nadie.