JUNTAS, ABRAZADAS Y LIBRES.
La pequeña Alma se recupera apoyando su cabecita en el pecho de su madre sin separarse ni un instante, como si todo hubiera sido un mal sueño.
Habiba brilla como aún no la habíamos visto.
Os aseguramos que todo lo hecho sin duda ha merecido la pena.
Alma, Habiba y nosotros/as os estaremos eternamente agradecidos/as por vuestro apoyo.
***Anuncio de Fundación Raíces en el grupo de Facebook.