Proveedores que muestran una clara habilidad para crear Marketing de experiencias en eventos y actividades de Team Building que cuidan Marcas
Tener un proveedor de espectáculos para eventos no es tener un colaborador para el diseño de Marketing de experiencias. Un proveedor de espectáculos ofrece una muestra de sus productos, que pueden ser más o menos vistosos, más o menos creados con técnicas perfectas, puede ocultar equipos de alto rendimiento que hacen un trabajo espléndido pero te enseñará sólo el resultado obtenido, callando todo lo que sabe. Un proveedor de piezas te contará, si le invitas a ello, lo bello y emocionante que puede ser una propuesta, te dirá que mueve al público en profundidades emocionales concretas, que genera una interactividad potente en el espectador, un diálogo real y será cierto, porque el artista sabe y trabajó con todo esto pero ¿es la propuesta que optimizará tus intereses? ¿es la adecuada para implementar tu mensaje en ella? El trabajo, de la elección de proveedores o colaboradores, marcará de forma fulminante el resultado final de tu evento y de tu actividad de formación para empleados que deben cuidar una Cultura de Marca.
Los proveedores callan, los colaboradores aportan donde hay huecos y espacios que, los demás, no ven. El valor que oculta las artes escénicas es el detalle que se debe aprender a apreciar para rentabilizar inversiones en eventos de forma categórica.
Los artistas que asumen el reto de convertirse en colaboradores sostienen un deseo interno de un gran calado por ser realmente útiles a la sociedad, hacer uso de sus propuestas es abrir puertas para obtener una cultura de marca que aporte un gran valor de reputación a tu modelo de negocio. El objetivos de todos los participantes en la planificación ha de ser el de conseguir un valor de reputación de marca propia y ajena.
Saltar las barreras de intensa desconfianza que el sector de eventos despierta entre los creadores de piezas artísticas es una labor concienzuda y requiere de trabajadores que son capaces de hablar lenguajes, en apariencia, diametralmente opuestos, como son el lenguaje empresarial y el lenguaje artístico, que cuentan, además, con una visión y herramientas concretas que permiten la construcción de estructuras de trabajo concretas y útiles para conseguir el diseño de piezas que despierten la tendencia a convertir estas manifestaciones en rentables para una inversión que terminará realizándose de una manera o de otra.
Las barreras de desconfianza desde el punto de vista de los equipos artísticos se sostiene en una percepción de imagen que muestra un excesivo interés en el desarrollo única y exclusivamente del Valor Funcional, cuando para ellos, semejante tipo de acciones, carece de valor real si lo que se quiere tener son usuarios y fans en vez de empleados o clientes. Ellos, asumirán esta carencia solo cuando la necesidad les apremia pero si lo que se precisa es conseguir diseñar con éxito eventos estratégicos es necesario lograr enamorarlos de la tarea, tal y como ellos se esfuerzan en hacer desarrollando sus estructuras a diario para trabajar por objetivos que están depositados en elementos "extraños", como son los autores o guionistas.
Conseguido el objetivo por parte de la agencia de eventos, el desborde de implicación, de creatividad, de ilusión y actitud positiva frente al trabajo solo requiere de una gestión altamente profesionalizada que ordene de forma coherente todo el despliegue de habilidades del que son capaces estos equipos de alto rendimiento.
Innovar en eventos para convertirlos en estratégicos cuidando con ellos el Branding es tu misión y la misión que debes comunicar a tus colaboradores.