Revista Cultura y Ocio

Habitación en Roma de Julio Medem

Publicado el 08 junio 2010 por Carol
Aprovechando la promoción con motivo de la Fiesta del cine (películas a dos euros desde el lunes 7 hasta el miércoles 9 de junio), estoy pasando más horas en el cine que en mi propia casa. Así, ayer fui a ver Habitación en Roma de Julio Medem, más bien obligada por mi novio que estaba como loco por verla, por motivos obvios. Y resulta que me llevé una gran sorpresa, la película me gustó y mucho, creo que incluso más que a él. El film, protagonizado por Elena Anaya y Natasha Yarovenko, dos auténticas bellezas, transcurre integramente en la habitación de una hotel de Roma durante las últimas horas que sus protagonistas pasarán en esta maravillosa ciudad. Son dos desconocidas, han coincidido en un bar, han coqueteado, y sin saber muy bien cómo, han acabado pasando la noche juntas. A lo largo de esas horas van superando las reticencias iniciales a hacerse confidencias, para acabar en una auténtica catarsis dentro de ese paréntesis que supone su historia de amor. Alba (Elena Anaya) debe volver a España junto a su pareja (Najwa Nimri) y los dos hijos de ésta; por su parte, Natasha (Yarovenko), vuelve a Rusia donde le espera un profesor con el que va a casarse. Medem siempre ha sido un director muy apegado a la belleza y que cuida la imagen al máximo, en ésta película ésto es llevado al extremo, y las imágenes muchas veces parecen sacadas de un cuadro o de un sueño. Especialmente hermosos son los momentos en los que las protagonistas cuentas historias en las que se mezclan fantasía y realidad, y la cámara las observa desde fuera de la habitación, escondidas tras las enredaderas llenas de flores de las ventanas, como si se tratara de Las mil y una noches. Las continuas referencias a la ciudad de Roma y sus tesoros, una ciudad que sólo vislumbramos a través del balcón, así como los cuadros que cuelgan en continuo diálogo en la habitación o el pequeño cupido pintado en el techo, son piezas que ayudan a intensificar la sensación de irrealidad y momento detenido en el tiempo que se respira continuamente. Cabe destacar el papel de Enrico Lo Verso, el único personaje que rompe el aislamiento de las protagonistas, y que introduce la nota de humor en el film. A pesar de todo ello, ésta película tiene un pero muy grande, y es el abuso que hace de las escenas sexuales lésbicas entre las protagonistas, totalmente explícitas. Creo que más que añadir, le resta a la película, pues el director se demora mucho en ellas y no aportan realmente mucho a la trama, algo que sí que hacen los intensos diálogos, las miradas o simplemente los planos fijos de las actrices. Habitación en Roma es una película de amor, de esa extraña sensación que se siente pocas veces en la vida, cuando encuentras a tu otra mitad, sin embargo, en vez de sugerir y ser sensual, Medem ha preferido ser más explícito, en vez de dotarle de más fondo a la trama, que podría haberse hecho, ha preferido hacer un ejercicio de virtuosismo visual con imágenes muy bellas. A pesar de todo ello, y sopesando pros y contras de la misma, Habitación en Roma es una propuesta diferente que personalmente me ha convencido.

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