Violeta Lax tiene un pasado del cual conoce una ligera parte pero que ha heredado más de lo que cree. Su familia poseía un palacete en Barcelona que se encuentra en el Paseo de Gracia, este, guarda en sus paredes secretos, ambiciones y pasiones ocultas de la que ha sido guardián durante el modernismo. Ella la última de la estirpe y el pasado, visto desde el presente, siempre es un rompecabezas al que le faltan piezas difíciles de encontrar y de comprender.
Pronto descubrirá más de lo que cree oculto tras las paredes que son las vigilantes silenciosas de la historia de sus antepasados, investigará que ocurrió durante los años en los que vivió su abuelo en la casa e incluso antes y tendrá que soportar la realidad a la vez que comprenderla mientras va uniendo las piezas de un enorme rompecabezas el cual le mostrará la realidad de un pasado olvidado.
En esta novela pasearemos por la Barcelona del siglo XX, más específicamente en el año 1932 María del Roser se da cuenta que los almacenes El Siglo, en una pequeña zona de la juguetería, están ardiendo. Poco después volvemos a la actualidad con Violeta Lax, la cual va a dar comienzo a las obras para que el palacete de sus antepasados se convierta en la casa museo de Amadeo Lax, su abuelo, en la que vivió cuando era niño.
Care consigue sacar los sentimientos a cada párrafo pero siempre desde un nivel distinto y peculiar mientras leemos como se mueven los personajes de la novela, llena de curiosidades como las descripciones de los cuadros o las cartas enviadas a los protagonistas. Una novela emotiva además de imprevisible que consigue mantenerte en vilo, Con un final peculiar pero memorable.
La recomiendo para todos los adictos al misterio pero también para aquellos que les interese una obra escrita con originalidad (como si fuera una obra de teatro, además de añadir articulas, descripciones de cuadros y hasta los documentos policiales sobre la investigación). Además para los fans de la autora que sorprende en todas las partes de esta novela. Y por último para aquellos que quieran descubrir como vivían las personas de clase alta en aquella época tan convulsa.
Extractos:
En cuanto los prometidos tuvieron ocasión de conocerse un poco se felicitaron por su suerte, en una época en que los disgustos posmatrimoniales estaban a la orden del día. A Rodolfo le arrebató el corazón aquella simpática revolucionaria que además de incansable era idealista, fea, respondona y de una bondad que superaba todo lo que había conocido hasta entonces. Se llamaba María del Roser, pero para él fue Rorró, Rorrita, Rorrorita y cuantas variaciones, a más vibrantes mejor, se le iban ocurriendo. La adoró desde el primer día que la vio pelear a voz en grito por su convicciones encaramada a una tribuna y segundos antes del final aún habría podido asegurar sin ambages que ella había sido la mayor fortuna que la vida le había concedido. Lo cual, en labios del heredero de Manufacturas Golorons y del fundador de Industrias Lax, no era poca cosa.
Sobre la fina porcelana del plato reposaba una naranja desgajada, don lonchas de jamón cocido y un huevo duro. En una cesta de mimbre, a la derecha, iban dos panecillos recién horneados. Tres perlas de mantequilla ocupaban un diminuto bol de cerámica y en otro estaba la mermelada, de moras, como era del gusto de su señora desde que ella podía recordar. Las piezas de la cubertería, la servilleta de hilo, el vaso de cristal y la taza. Todo en orden.
Editorial: PlanetaAutor: Care Santos
Páginas: 475Precio:20, 92 euros
Booktrailer: