En un mundo cada vez más agitado, hallar el tiempo y la voluntad necesaria para cuidar de nuestra salud física y mental se vuelve un reto diario. Y si a eso le sumamos lo fácil que es consumir comida rápida, los elevados costos de los alimentos orgánicos, los productos de belleza o el entrenamiento a cargo de un personal trainer, la tarea es aún más agotadora. Y esto sólo por nombrar algunas de las tantas cosas que ayudan a llevar una vida más saludable.
Pero no hay que desesperar, corrigiendo nuestros malos hábitos y optando por otros nuevos lograremos excelentes resultados, y no hay que esperar una eternidad para verlos, ya que el cuerpo humano es bondadoso al igual que el resto de las maravillas naturales, y en seguida nos devuelve lo que le damos, ya sea en el bueno como en el mal sentido. Así que hagamos un recorrido por aquellos hábitos que podemos empezar a cambiar hoy mismo sin necesidad de grandes gastos o extravagancias.
Una aclaración previa: está descontado que fumar no es una opción a la hora de gozar de una buena salud, en este artículo damos por sobreentendido que es indispensable dejar este hábito o regularlo al máximo en caso de querer seguir con las recomendaciones.
1-Evitar jugos, gaseosas y alcohol: aquí no hablamos de prohibiciones, todos nos podemos dar permitidos, pero los permitidos son ocasionales que significa ser lo opuesto a una costumbre, la de por ejemplo acompañar nuestras comidas con un vaso de cualquier otra cosa que no sea agua. Nuestra costumbre en cambio, tiene que ser el beber siempre agua, y de vez en cuando acceder a una bebida que nos guste. Esto no es capricho, se ha demostrado que los altos contenidos de químicos, ya sea en las bebidas gaseosas, jugos artificiales e incluso alcohólica, colaboran a aumentar de peso, y a incrementar enfermedades como la diabetes.
2-Evitar el azúcar blanco, debemos ser responsables en las cantidades que utilizamos, y en lo posible consumir del orgánico o integral. En caso de permanecer en la idea del consumo de azúcar refinada, deberemos ser conscientes de que una excesiva cantidad es perjudicial ya que solo aporta calorías vacías y puede desequilibrar valores normales dentro de nuestro organismo. Lo importante entonces es consumirlo de forma moderada, e intentar reducirlo al máximo, al principio nos costará pero con el tiempo sentiremos los sabores de las bebidas y/o alimentos de forma más intensa, hasta que al final pediremos que no pongan azúcar en nuestra taza de café, ¡porque no soportaremos el gusto!
3-Optar por harinas integrales, estas tienen fibras, minerales y vitaminas que la famosa harina blanca pierde, y por más que la encontremos en el mercado como harina “enriquecida” con distintos minerales, esto está hecho de forma artificial. Es recomendable ir por el lado natural, hoy en día hay muchos productores locales que se dedican a la elaboración de panificados integrales, podemos conseguir los productos a un costo razonable y muchas veces más económico que aquellos que vemos en las grandes tiendas. En caso de querer permanecer en el consumo de harina blanca deberemos reducirla cuanto podamos, por ejemplo, evitar acompañar todas nuestras comidas con pan, es una opción para empezar.
4- Evitar frituras. Si hay algo que es perjudicial para la salud, esas son las frituras. Con evitarlas nos aseguramos que las toxinas producidas por la quema del aceite no ingresen a nuestro cuerpo. Pero claro, eliminarlas de nuestra vida es casi imposible para los que gustamos del exquisito sabor que ofrecen, por eso es importante en primer lugar reducir al máximo que podamos su consumo, y las veces que las consumamos hacerlo de forma responsable, es decir, utilizando aceite de oliva en primer lugar o de girasol en caso de que no nos guste la primera o sea excesivamente cara, y poner la cantidad suficiente en la sartén para cubrir aquel alimento que queramos freír, con estas medidas se espera que la quema de aceite sea la adecuada y no libere las tan despreciadas toxinas.
5- Ejercicio físico, como decíamos al principio del artículo, en un mundo agitado hacernos un momento para nosotros mismos y nuestra salud no es nada sencillo, pero con voluntad y una real convicción todo es posible. Quizás comenzar un deporte, el gimnasio o pagar a un entrenador personal está fuera de nuestras posibilidades, pero si hay algo que de seguro no lo está, es salir a caminar al menos dos veces a la semana. Esto no requiere de gasto alguno. Tiempo sí, pero es tiempo que ganamos de vida, ya que caminar trae innumerables beneficios dignos de un artículo entero y que no describiremos aquí. Por eso hay que animarse a realizar caminatas, primero de 20 minutos, luego ir aumentando hasta llegar a caminatas de 45 minutos, sin olvidar estirar al final, esto es muy importante para nuestros músculos.
¡He aquí cinco opciones para comenzar a tener una vida más saludable! Sin milagros ni soluciones rápidas, pero al mismo tiempo sin un esfuerzo excesivo y con mucha voluntad podemos mejorar nuestro estilo de vida y vernos mejor, lo que repercutirá en nuestro estado de ánimo y demás actividades que hagamos durante el día. ¡Vernos bien nos hace bien!