La educación es la que sobrevive cuando lo que aprendimos se olvida.
Burrhus Frederic Skinner
- Mónica Soldevila -
Explicar en qué consiste la menstruación supone desechar cualquier mito que les invite a pensar que la regla es capaz de producir situaciones nefastas como, por ejemplo, estropear las plantas cuando se riegan, cortar la mayonesa o aguar el vino. Asimismo, es importante para una niña saber que la menstruación no implica limitaciones para lavarse o para jugar, más bien al contrario, ya que la higiene y el ejercicio físico son positivos en estos periodos.
Una parte significativa de nuestra cultura ha relacionado la menstruación con la enfermedad. Desmitificar la regla y explicar en qué consiste esta experiencia antes de que una niña la viva por primera vez, es facilitar que ella integre este hecho sin miedo ni vergüenza y, por tanto, que se sienta bien en su cuerpo de mujer. Esta información también es importante para los niños. Les permite reconocer y valorar un poco más el cuerpo femenino y saciar algunas de sus dudas.
Una manera de iniciar esta conversación es dejar a la vista las compresas y los tampones.
El cambio que se produce en el cuerpo de una niña en el momento que empieza a menstruar es radical: ya le es posible ser madre. Aunque también es cierto que, en la mayoría de los casos, su cuerpo aún no está preparado del todo para albergar a un bebé sano. Asimismo, su edad, recursos materiales, madurez o proyectos de futuro no son compatibles con la maternidad. Por esta razón no debemos idealizar la maternidad ni ocultar el esfuerzo y el trabajo que supone sacar una vida adelante, ni inculcarles la idea de que ser madre es lo que realmente da sentido a la vida de una mujer.
Aunque resulte fascinante y emocionante, el embarazo y el nacimiento de un bebé es sólo el inicio de una relación con una nueva vida que, por sí misma, no garantiza realización personal ni felicidad. La maternidad, por arte de magia, no da sentido a una vida ni tampoco a una relación de pareja. Es más bien al contrario. Cuando una mujer se siente fuerte, madura, que su vida tiene sentido, y decide ser madre, podrá vivir esta experiencia con responsabilidad y de tal modo que le haga sentir bien.
Es importante que los niños entiendan que, si más adelante deciden tener relaciones coitales, ellos también tienen una gran responsabilidad ante un posible embarazo de su pareja.
Hablar sobre estos temas produce una mezcla de inquietud, risas, vergüenza y curiosidad. En cualquier aula donde se muestren cuerpos de hombres y mujeres desnudos o se hable de besos, semen o procreación, surge algún tipo de alboroto, ésta es su forma de mostrar esta mezcla de sentimientos. Es importante aceptar que esto es parte del proceso y no pretender que se comporten como si les resultara natural hablar sobre sexualidad cuando en realidad no es así, sobre todo teniendo en cuenta que a la mayoría de las personas adultas también les resulta difícil.
Por ejemplo, si nos preguntan: ¿qué es eso del óvulo y del espermatozoide? Podemos hablarles de cómo son estas células y de la carga genética que albergan, pero podemos contarles también que el óvulo es la célula más grande del cuerpo humano, que las niñas han nacido con muchísimos óvulos, pero que sólo una parte de ellos maduran para hacer posible sus menstruaciones, y que cuando las hormonas empiezan a funcionar para hacer posible todo esto generan sensaciones diversas en el cuerpo femenino.
O si nos preguntan ¿cómo es posible que el pene se alargue tanto antes de entrar en la vagina? Podemos hablarles de terminaciones nerviosas, del dolor que se siente cuando se daña esa zona, y también de la relación entre ese hecho y el placer o excitación de un chico.
En determinadas circunstancias, al no tener asimilada la información suficiente, las criaturas se sienten desconcertadas.
Es importante insistir en que pueden disfrutar en una relación sexual con otra persona sin coito, que no lo tienen que practicar si no lo quieren o no se sienten preparados y que, sobre todo cuando ya tienen 11 ó 12 años, sepan cómo se usa un preservativo para que, más adelante, no se lleven sustos innecesarios.
A los adolescentes les resulta difícil de asimilar la noción de riesgo. Piensan: mi amiga lo hizo y no se quedó embarazada, ¿por qué me iba a pasar a mí?
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