Háblame bajito (Macarena Berlín)

Datos técnicos
Título: Háblame bajito
Autor: Macarena Berlín
Editorial: Suma
Primera edición: 25 de mayo de 2017
Sinopsis
A Pita no le contaron que la vida a los cuarenta iba a ser ligeramente distinta a lo que esperaba. Es una profesional de éxito, directora de un conocido programa de radio, hija de un padre que la adora, runner, amiga de sus amigas y tantas cosas que a veces ni ella misma sabe por dónde empezar. En definitiva: Pita es una mujer de hoy. Pero desde hace poco, también es una mujer que deberá aprender a vivir de manera distinta.A partir de ahora, Pita viaja sola.
Con una ruptura sentimental a sus espaldas, entre mudanzas, programas de radio y una insólita propuesta, la de escribir una novela, la vida de Pita es la historia de cualquiera de nosotros, la que empezamos a construir cuando nos emancipamos de nuestros miedos y nos lanzamos a la vida que empieza donde se cierran antiguas puertas y se abren las de las nuevas oportunidades.Autor
Macarena Berlín. Periodista nacida en Madrid. Desarrolla su actividad desde 1996. En 1999 entra en Cadena Dial donde participa en diversos proyectos como el programa despertador Atrévete y Qué falló en lo nuestro, y desde entonces compagina su trabajo en la radio con el de la televisión presentando y colaborando en programas de Canal+, Localia, Neox, Cosmopolitan TV, Antena 3, Cuatro y, más recientemente, La Sexta. Desde el 23 de febrero de 2009 dirige y presenta Hablar por hablar en la Cadena SER (de lunes a viernes, de 01.30 a 04.30). Este programa lleva casi veinticinco años en antena y se ha convertido en un clásico de las madrugadas con la audiencia más alta de la radio en su franja horaria. En 2010 recibió el Premio Nacional de la Radio, que otorga la Academia de las Artes y las Ciencias Radiofónicas al mejor conductor de prográmas y en 2011, la Antena de Oro en la categoría de Radio.Opinión personalCuando vi colgado este libro en las novedades de Nubico, decidí investigar por qué motivo lo había descartado de inmediato. Que por mucho que yo lea casi siempre negra y criminal, de vez en cuando me gusta darme un respiro (que no solo de «muertitos» vive el hombre).Y me leí el primer capítulo y quedé hipnotizada. Hipnotizada porque en ese primer capítulo (una entrevista a Philippe Lançon, uno de los supervivientes del atentado a Charlie Hebdo) había más periodismo que en muchos de los periódicos de este país durante todo el año.Y seguí leyendo. Y conforme lo fui haciendo más convencida estaba de que tenía ante mí una historia maravillosa. Maravillosa por la cotidianidad, porque es la vida de una persona normal, con la que cualquiera podemos identificarnos.De vez en cuando me gusta parar y leer novelas que «me den paz», como yo las llamo, que no me tengan desbocada durante toda la lectura ni con el corazón fibrilando. Ahora creo que se llaman feel good, pero no creo que esta novela se pueda encuadrar en este género, porque esta obra habla de la vida, de los sueños, de las esperanzas, de las frustraciones, del querer y no poder, del hacer lo que debemos en lugar de lo que deseamos… Aunque parezca lo contrario, nos hace pensar, y mucho, y nos sacude, y nos lleva a preguntarnos si estamos conformes con la existencia que llevamos y con lo que estamos haciendo con ella.Porque muchos, como Pita, la protagonista de la novela, nos hemos sentido, llegados a cierta edad, tan perdidos como ella, sin saber muy bien qué hacer con nuestra vida. Echamos la vista atrás y buscamos los sueños que un día tuvimos y no los encontramos. Entonces nos da pereza vivir y todo lo que esto conlleva. Empezar de cero siempre es difícil, pero tenemos que hacerlo nosotros mismos, con ayuda, pero somos los únicos que debemos tomar las decisiones. La mochila debe lastrarnos lo menos posible y debemos intentar deshacernos de ella poquito a poco.Bueno, que me enrollo, vamos al lío:

Me ha encantado esta novela por la forma de atraparte en una historia contando situaciones cotidianas y porque hay que ser muy valiente para aceptar la libertad.

Porque la autora escribe «bonito», no se me ocurre mejor manera de describirlo, ya que todas y cada una de las páginas de la novela están llenas de sentimiento (algunos de dicha, otros de dolor).

Por la manera tan natural con la que trata la desubicación de una persona cuando rompe una relación de pareja de muchos años: no sabes qué hacer con tu vida, tu entorno tiene la suya y debemos pasar solos ese «duelo». Echamos de menos esa comodidad y ese confort en el que se había instalado nuestra vida, y tenemos que acostumbrarnos a la «solitud».

Porque nos demuestra que nos han engañado diciéndonos que no estaremos nunca completos si no es con nuestra «media naranja». Soy de la opinión, y en eso la protagonista me da la razón, de que nuestra «media mitad» somos nosotros mismos, y que el hombre/mujer de nuestra vida es el que vemos frente al espejo.

Porque la soledad, si es elegida, es una opción ideal. Lo que es atroz es sentir esa soledad cuando estás rodeado de gente. Y si es en pareja es lo peor. Y aquí hace un guiño a su programa, Hablar por hablar, aunque no lo menciona directamente, y los miles de personas que cada día llaman para sentirse un poquito acompañados.

Porque critica ferozmente que no se respete la opción de la no maternidad como elección, que la mayoría de la gente no puede comprender que una mujer decida no ser madre si físciamente puede serlo. Cada persona es un mundo y debe hacer con su cuerpo lo que le apetezca, se le pase o no el arroz.

Porque el «repaso» que le da al periodismo actual es brutal: desde atentados yihadistas al feminismo, pasando por la normalización de las «familias no convenciales» (que ya me jode poner esto entrecomillado, pero es para no decir más de lo que debo). Y hablando de atentados: es duro leerse este libro con lo de Mánchester tan reciente.

Porque en ese repaso toca todos los temas candentes, como el Brexit, el no haber cumplido el cupo de acogimiento de refugiados, el heteropatriarcado y el poder de las redes sociales, pero también el asesinato de periodistas solo por el mero hecho de serlo y por ejercer su profesión: la de informar. El último ejemplo el de Javier Valdez, ejecutado en México porque a los hijos de un narco no les hizo gracia una entrevista.

También habla de los editores y de las «novelas a medida», según lo que se venda. Aunque todos conozcamos algún caso, me ha hecho replantearme hasta qué punto llega este «mercadeo».

Y porque nos demuestra que no hay mejor novela que nuestras vivencias, y que tenemos un montón de páginas en blanco por escribir.

Resumiendo, que dice el Maestro: una novela que yo había descartado porque sí (ni yo misma lo entiendo, menos mal que de vez en cuando recapacito y tomo decisiones acertadas), que me ha hecho pensar mucho en el pasado y en lo que me queda por vivir, que me ha permitido darme cuenta de lo afortunada que soy porque yo dirijo el timón de mi existencia sin injerencias externas (aunque Elías es mi compañero de viaje y es el que lo maneja conmigo), con un trasfondo de crítica al periodismo en el que no deja títere con cabeza, y con un final lleno de esperanza, porque todos tenemos que coger alguna vez nuestra «primera ola». Además, se lee en menos de tres horas. ¿Qué más se puede pedir? Hace mucho que no dejo una frase, pero creo que esta merece la pena analizarlo, para llegar a la conclusión que no tenemos el periodismo que nos merecemos.