Esta historia de un ejecutivo de éxito que se vuelva más humano tras un accidente la hemos visto antes en el cine, pero esta vez está contada en clave de comedia, si bien una comedia ácida y desilusionada, que no presupone la bondad de la condición humana ni da por sentado finales felices. Fabrice Luchini borda su papel, dando las réplicas más desconcertantes con la soberbia y frialdad que corresponde a su papel de vencedor, e introduciendo una transición creíble por lo moderada, sin caer en la tentación de dulcificarse en exceso, hasta reconciliarse con una nueva vida. Entretenida, ingeniosa, mordaz pero muy humana, se ve con agrado y nos hace encariñarnos con un protagonista que se va creciendo a lo largo del metraje.
Puntuación @cineEnCines: 7/10