Si chic@s, hoy quiero hablar de príncipes; pero no de nuestro Felipe o de Alberto de Mónaco... sino de aquel príncipe del tipo
"eres tú el príncipe azul que yo soñé!!"... del príncipe encantado, del príncipe valiente, del príncipe de la Bella Durmiente o el de Cenicienta... en definitiva del príncipe azul que durante nuestra infancia nos vendieron la moto ( y nunca mejor dicho) que llegaría un día a nuestras vidas.Lo recuerdo como si fuese ahora..."tu príncipe aparecerá en el momento oportuno. No debes buscarlo ni correr tras él, porque si es para ti, te encontrará aunque sea debajo de las piedras sin buscarlo"...Y tu infancia se va desarrollando con aparente normalidad, te siguen contando cuentos (cuentos chinos, claro), y tú te crees la mejor de las princesas y sueñas con el príncipe encantador que te vendrá a buscar sin mover tú un dedo, un príncipe tan y tan guapo que los metrosexuales se quedan cortos a su lado, montado en un caballo blanco, cantando a los cuatro vientos el amor que siente por tí y que te llevará a una vida de cuento.... en la que no darás un palo al agua y te cuidarán, mimarán y servirán ......Llega la adolescencia, y sigues esperando como una burra, porque claro... no aparece por ningún lado; y aunque haces ver que no buscas, miras a todos lados a ver si lo reconoces e incluso te dices a ti misma... quizás sea éste sapo de aquí... quizás si le doy un beso se transforma en mi príncipe..... e incluso llegas a preguntarte ¿me habrá pasado desapercibido?
Sigues madurando y creciendo y nada de nada.... pero claro, cada vez que conoces a alguien parece como que la hormona biológica de los cuentos de hadas se ponga en marcha.... pero nada, no aparece por ningún lado... desesperas... y llega un día que de repente, sin darte cuenta ni saber cómo, porque no es para nada tu tipo y además como que ya tienes una edad en la que ni te acuerdas que esperabas un príncipe..... lo ves y se te acelera el ritmo cardiaco, mariposillas vuelan en el estómago, te tiemblan tanto las rodillas que tienes suerte si no se te caen las medias, padeces incontinencia verbal y te castañean los dientes... Zas ha llegado!!!, te dices a tí misma en tu mejor dejà vue de la história... ha de ser éste, seguro... a caballo no ha venido pero lleva un buen coche de 150 cv; no canta a los cuatro vientos, pero tampoco le canta el alerón ni el aliento (importante); no me ha dicho que me va a llevar a una vida de cuento pero tampoco me ha contado ningún cuento para llevarme a la cama en la primera cita (cada vez quedan menos)..... analizas y te dices ES MI PRINCIPE AZUL. Pero con el paso de los años te das cuenta de algo que no te habían contado....y te preguntas.. ¿los príncipes azules se destiñen o qué coño está pasando?....
Ahora cuando lo ves la aceleración del ritmo cardíaco es porque te saca de quicio (podrías ayudar un poquito más no?); las mariposillas en el estómago son de hambre, no te equivoques, cada vez tienes más hambre; te tiemblan las rodillas, sí, pero porque estás en un estado de "reventamiento total" que no puedes con tu alma; y tienes suerte si sólo se te caen las medias porque a la mayoría se nos caen los huevos al suelo (porque no sé cómo, pero nos salen huevos, debe ser para sobrevivir)... de tu boca ahora salen pestes, ya no te quedas muda porque si te callas has "pringao" y dices todo lo que piensas (que a veces deberíamos mordernos un poquito la lengua o el labio) ... y te dices...
IMPOSTOR.. eres un IMPOSTOR...... por tú culpa me he vuelto adicta a la nutella, que por suerte sólo engorda y no da resaca; con suerte las únicas que me escuchan son las paredes y las niñas, pero espérate que crezcan... que entonces ni ellas; parezco un disco rallado y me repito como el ajo cada día de mi vida; aún no tengo ni los 40 y parece que ya soy transparente... ¿donde está ese pura sangre que quería cabalgar a todas horas? ahora con suerte sábado sabadete...
Pero si hemos de ser sinceras..... realmente nunca jamás te dijo SOY TU PRINCIPE AZUL..... todo estaba en nuestras cabecitas, cabecitas alocadas y comidas por esas historias que nos vendían y que cada noche nos acompañaban en nuestros sueños....
¡¡¡Esto se tiene que acabar!!!Así que querida Gabi... se que te duele y te molesta cuándo te digo que los "pínsipes" no existen ..... ahora no lo entiendes y lloras.... pero es mucho mejor que crezcas en la realidad y no en un cuento donde las hadas vuelan, peter pan no crece, o los sapos se convierten en guapísimos príncipes.Los sapos toda la vida serán sapos; tu padre no es ningún príncipe (que te lo digo yo); y ningún príncipe va a venir a hacerte feliz, al contrario cariño, has de aprender a ser feliz por ti misma y las cosas te irán mucho mejor.
No necesitas que ningún príncipe te rescate de nada, y desde luego con un beso no resucitas... como mucho te das cuenta de que estás viva. No cometas el tremendo error de pensar que con amor podrás cambiar a un hombre... y desde luego como un mandamiento más en tu vida, recítate siempre como si de un mantra se tratara.... que todos los hombres son iguales ..... con el paso de los años me lo agradecerás.La princesa destronada