Hablar sobre la igualdad es complicado porque es un tema muy manido y generalista. Se entiende de forma absoluta, por eso se defiende o se rechaza. Hace falta relativizarlo con matices y situaciones cercanas. Por eso mismo, en las clases con el alumnado de los institutos me gusta hablarles a ellos mismos como personas. Y como personas les pregunto qué quieren ser de mayores o qué quieren estudiar y si aún no lo saben -que es el caso de unos cuantos-, provoco que se cuestionen para qué sirven o qué habilidades tienen.
Leer más en Blog La Igualdad es Noticia