Revista Salud y Bienestar
Un experimento realizado por el departamento de Psicologia de la Universidad de Toronto en Canada con un grupo de voluntarios demostró lo beneficioso que es conversar con uno mismo, cosa que hacemos cuando estamos corriendo y a pesar del cansancio, nos decimos mentalmente que podemos seguir, o cuando nos ordenamos mantener la calma en una situación en la que estamos a punto de perder la paciencia. Estos diálogos interiores suelen ser habituales, sin embargo, son más saludables cuando se verbalizan. En los ‘tests’, “las personas a las que les fue impedida hablar consigo mismo tenían peores resultados en comparación con los que podían hacerlo, la gente actua de forma más impulsiva cuando no puede oir su voz interior mientras realizan cualquier cosa. Mandamos constantemente mensajes a nosotros mismos, con la intención de autoexaminarnos, subrayar lo que hacemos y reflexionar sobre ello. Muchas veces son mensajes mentales, silenciosos, pero otras, se explicitan en voz baja, se murmuran. El experimento demuestra la importancia y las función que ejercen estos sobre las personas.