Hablar de sexo con las mujeres, ¿misión imposible?

Déjame contarte una historia personal, en vez de una conclusión, por esta vez. Hace unos días, volví a hablar con una de las chicas más caóticas que he conocido nunca. Y a raíz de opinar junto a ella sobre el artículo “Ya tengo una cita, ahora qué coño hago (2)”, la cuestión acabó derivando en eso: ¿se puede hablar de sexo con ellas?

Seguro que me has respondido con un efusivo NO, fruto de experiencias pasadas donde el hacerlo te ha costado un rechazo. Es posible que hayas seguido ciertos consejos donde se te dice que hacer eso son demostraciones de valor y preselección.

Ahora es cuando yo te digo que se puede, y te dejo a cuadros.

Tienes razón en una cosa cuando piensas eso. Muchas chicas suelen caer en que, si sienten que alardeas ante ellas en un sentido muy abierto (económico, laboral, o sexual por ejemplo)… Puede que te presten atención. Y que se rían contigo.

Pero estás descalificado. Directamente, pierdes toda oportunidad con esas chicas en concreto. Hay otras con las que esto suele funcionar (generalmente, inmaduras). Pero bueno, vamos al tema que nos ocupa.

No. No te voy a contar lo que estuvimos hablando esta chica y yo. Eso queda entre nosotros, y más aún sin su consentimiento. Pero sí que es posible hablar de sexo con las mujeres, como ya he mencionado. Hace falta lo siguiente:

• Naturalidad (a lo mínimo que suene forzado, incomoda).
• Relax y Comodidad (o lo que es lo mismo, no haciendo un drama).
• Elegancia (que significa que los alardes y las cerdadas están de más).
• Resonancia (transmitir las sensaciones, no se trata de hacer un informe).

Como esto queda un poquito escueto, vamos a explicarlo un poco mejor si os parece. Partiendo desde el supuesto de que muchas de las personas que reciben consejo para conseguir más éxito con el tema relaciones, obtienen el de “sexualizar” sus encuentros.

Cualquiera que haya tenido ocasión de obtener y poner en práctica este tipo de trucos y consejos sabrá por experiencia propia lo que ocurre… No lo mencionaremos aquí.

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Tomarse la conversacion con total Naturalidad

La naturalidad en este tema se transmite a través del desenfado, junto a lo que expondremos en el siguiente apartado sobre el relax y la comodidad. Pero naturalidad no implica solamente eso, sino que también se refiere a que las cosas surjan.

Esto se refiere, por supuesto, a no introducir el tema sin venir a cuento  (que suele ser muy común). También se refiere a que no tiene caso alargar innecesariamente el tema. Ese detalle tenemos que grabarlo a fuego, porque supone una diferencia como la del refrán ese: “lo poco agrada, y lo mucho enfada”. Los excesos no ayudan.

Relax y Comodidad son la clave para que el tema resulte agradable

Por qué digo esto, es una cosa que podéis adivinar por vuestra cuenta. Ya hemos mencionado en otros artículos de este blog que no es agradable estar sometido a un tercer grado. Muchas personas entienden por sexualizar que tienen que hacer que la chica les cuente sus propias experiencias. Y no lo van a conseguir, en muchos casos.

Pensemos algo. Nadie tiene nada que demostrar, y más si no quiere. Esto supone que si hubiera que demostrarlo, desde luego no sería contando nada, sino haciéndolo.

En este punto, ya habréis notado que he hecho un inciso entre no forzar las cosas ni poner tensiones innecesarias entre ambos. Por favor, tomemos esto en consideración. Pero hace falta que hagamos un inciso antes de pasar a los otros dos puntos: no debemos actuar contra la armonía del momento. Eso, se cargaría toda la magia entre ambos.

Elegancia: lo más necesario de todo lo que te estoy contando, en mi opinión

Tras tener en cuenta lo anterior, nos encontramos con que puede que hablemos de sexo con total naturalidad, relajados y cómodos con ello… Pero ocurre además que haciendo esto caemos en alardear o ser rematadamente bastos, como lo seríamos con cualquiera de nuestros amigotes en un momento de complicidad guarrera.

Y lo que a nuestros amigotes les parecería una machotada, y digno de mérito… A ellas les puede parecer repulsivo, poco interesante… O cualquier otra cosa en ese aire. ¿Qué supone esto? Que tenemos que ajustar la forma en la que contamos las cosas.

Creo haberlo mencionado ya en alguno de mis artículos pasados o en alguno de los venideros si no. Esto puede suponer una gran diferencia tan sólo con que la otra persona no se encuentre incómoda con tu manera de hablar de ello.

Se puede decir exactamente lo mismo con palabras muy distintas. Así que aprendamos a adecuar el uso de nuestro lenguaje y nuestras expresiones, del mismo modo que lo hacemos cuando hablamos con nuestros jefes o profesores, con nuestra familia o con nuestros amigos.

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Y finalmente, en cuanto al tema de las emociones y sensaciones; y cómo pueden causar una Resonancia con los demás… Te dejo experimentar por tu cuenta. Lo que yo te cuente aquí se puede quedar en nada, y sonarte a chino.