Hablar. Detener. Comienza A Hablar De Nuevo

Al principio, mientras trabajaba en estaciones de radio, aprendí que el “aire muerto” es algo malo.

Aire muerto significa silencio, silencio involuntario, eso es. Por lo tanto, si por casualidad estaba parado en el pasillo, por ejemplo, y no escuché música o voz durante más de un par de segundos, verificaba rápidamente lo que había sucedido en el quiosco del locutor o en el quiosco de noticias.

Los oradores y presentadores, a menudo, piensan que el silencio es algo malo. Pero, no deberían. De hecho, el silencio, como en una larga pausa, puede ser maravillosamente poderoso.

Haga una pausa por un momento antes de comenzar a hablar, y casi de inmediato tendrá la atención y el respeto de todos en la audiencia. Cualquier susurro que haya continuado se detendrá, al igual que el arrastrar de pies y papeles, y la apertura y cierre de maletines y carteras.

Lo mismo ocurre si pierde la atención de la audiencia en parte a través de su discurso o presentación. Haga una pausa, mire sistemáticamente alrededor de la sala a todos los presentes, y los tendrá de regreso con usted otra vez.

Haga una pausa por un momento largo si quiere enfatizar un punto. Cuando haces una pausa, no solo captas la atención de la audiencia, sino que creas un contraste entre el silencio y el sonido de tu voz.

También encontrará pausas útiles cuando cambie de un tema a otro dentro de su presentación. En este caso, la pausa indica que algo está a punto de cambiar, especialmente si prefiguró al nuevo sujeto mientras completaba la sección anterior.

Por supuesto, también puede pausar cuando pierde la pista de dónde se encuentra en su presentación. Deténgase deliberadamente, mire a la audiencia como si hubiera planeado detenerse en este punto, recopile sus pensamientos y luego comience nuevamente.

En resumen, no tema pausas o largos momentos de silencio en una presentación o discurso. Pueden obtener y mantener la atención mejor que casi cualquier cosa que puedas decir.