Revista Diario
Creo que tienes cosas que contarme. Hay tantas que no entiendo… Se me escapan tantos porqués, que ya no tengo claro en qué momento del camino decidí que te entregaba mi vida para que jugaras con ella como un gato lo hace con una madeja de hilo.
No tengo claro cómo fue que decidí dedicarte mis noches en vela, desearte, soñarte, pensar en ti hasta cuando no estoy pensando en ti. Soportar tus zarpazos, de esos que dejan cicatrices en el alma que sabes que están ahí aunque uno intente disimular.
¡Hay tantas cosas que no sé! Y me pregunto por qué me das tanto, para quitármelo justo un instante después, cuando empezaba a disfrutarlo. Te doy lo mejor de mí, mi tiempo, mis mejores años, mi vida entera. Soy tuya, casi más tuya que mía, y nada te parece suficiente.
Pero me da igual, porque ya me he entregado a ti, así que haz conmigo lo que quieras, mientras intento sobrevivir, y disfrutar de esos momentos de felicidad completa, que de vez en cuando me das. Esos, que responden a todas estas preguntas. Esos, que hacen que este puzzle, hoy desencajado forme una bonita imagen, que le dé sentido a haber pasado tantos años reuniendo piezas.
Aquí estaré, siempre a tu lado para cuando quieras hablar. Aprendiendo a ser como tú me estás haciendo. Siempre tuya, CIRUGÍA.