Lleva más de 500 años entre nosotros. Su versatilidad y belleza han ido superando modas y vaivenes estilísticos para ocupar un lugar preferente en el interiorismo actual.
El papel pintado llega a Europa desde China y Japón a finales del sXV. La primera fábrica occidental se monta en el sXVIII en Inglaterra, que se convierte en el primer proveedor de este producto. Francia asume el liderazgo en el sXIX.
En España se inicia la producción hacia 1770, en Madrid. Quedan excelentes muestras antiguas en palacios como el de Aranjuez.
Se empieza a utilizar en Europa como alternativa a otros revestimientos aislantes que resultaban más caros como pieles, sedas, terciopelo… La Revolución Industrial lo populizará al abaratar la fabricación.
De las primeras muestras pintadas se pasa a esampaciones xilográficas. En el sXVII se usa ya el papel flocado, con los dibujos en relieve aterciopelado. Materiales y técnicas evolucionan y hoy hablamos de papeles gofrados-una sola lámina de papel-, vinílicos -con una capa plástica protectora-, con base textil, autoadhesivos…
Hoy en día vuelven a estar en boga los diseños clásicos reinterpretados en clave moderna, diseños atrevidos cromáticamente con motivos brillantes y dibujos de gran tamaño.
Haz que luzca y destaque ubicándolo en una sola pared y convirtiéndolo en un foco de atracción visual.
Ya sabes… manos a la obra!
Feliz Lunes!
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