Revista Diario
La maternidad trae muchas cosas buenas aunque también nos deja algún que otro inconveniente, pero eso se comenta bastante menos. Hoy quiero hablaros de uno de los inconvenientes que he encontrado después de ser madre y que afectan de lleno a un aspecto muy importante de mi vida en pareja: las relaciones sexuales.
Después del parto de Rayo y del desgarro infernal que causó aquel medicucho que me atendió, la matrona del hospital ya me advirtió que si quería retomar las relaciones con mi marido de modo satisfactorio, mejor usara un buen lubricante vaginal. Yo nunca había usado este producto, pero hice caso y compré un botecito por si las moscas. Nos costó retomar las relaciones íntimas, más de cuarenta puntos internos y una lactancia a demanda me quitaron las ganas, creo que muchas me comprenderéis.
Pero los meses pasaban, las cosas fueron volviendo a su sitio y me di cuenta que aquel gel, antes extraño, se estaba convirtiendo en un buen aliado, aquello ya no era como antes. Poco a poco fuimos recuperando una vida más normal, de padres cansados sí, pero normal. El sexo volvía a estar presente en nuestras vidas, pero nuestro botecito de lubricante no faltaba ya a mano. Lo consulté con el ginecólogo, con la matrona, quienes no dieron importancia al hecho de que yo no lubricara por mi misma como antes. Simplemente si necesitaba un extra, que lo utilizara con toda tranquilidad.
Comentando con alguna amiga me sentí rara, pues más de una me dijo que ellas estaban estupendas, lubricando como locas llegado el momento de la verdad. No es que me sintiera mal, pero me pareció raro y sobre todo me intrigaba que yo fuera la única tonta del bote a la que le ocurría. Durante mucho tiempo eché todas las culpas al medicucho antes mencionado. ¡Cuánto te he odiado doctor!
Y si antes lubricaba poco y mal, fue cumplir los 40 y aquello se convirtió -en ocasiones- en el Sahara, más seco que la mojama que dirían algunos. Volví a consultar a los profesionales y siguieron con su cara de y a mi que me cuentas, eso es lo más normal del mundo.
Por fortuna, alguna amiga ha compartido conmigo sus secretos sexuales. No penséis mal, me ha confesado que también usa lubricante desde su primer parto. Y otro par de amigas, estas cuarentonas como yo (y divinas, todo sea dicho de paso), me han contado que también son asiduas al gel amigo.
¿Qué lubricante debo usar? Hay muchas clasificaciones en esto de lubricantes. pero los ginecólogos y profesionales sanitarios recomiendan los lubricantes isosmolares, que por su composición producen menos sequedad posterior.
Y, ¿con base acuosa o de silicona? Depende de la práctica sexual que desees realizar. Para el sexo vaginal se recomiendan los de base acuosa pues no alteran el ph ni la flora vaginal. El único inconveniente de este tipo de lubricantes es que se secan o evaporan antes con lo que, en ocasiones, tendrás que aplicarlo varias veces. Los lubricantes con base de silicona lubrican más y tienen una duración mayor.
¿Donde puedo comprar un lubricante vaginal? Puedes comprarlo en farmacias, parafarmacias, tiendas eróticas y hasta en tiendas online. Hay una amplia gama donde poder elegir. Y como todo, habrá marcas que te gusten más o menos, dependerá de tus gustos o de los resultados que te den.
¿Cuáles uso yo? Yo he probado ambos, con base acuosa y con base de silicona. Los primeros son los que uso normalmente pues, como os he explicado antes, son los más recomendables para la práctica sexual habitual. Pero en alguna ocasión he utilizado lo de base de silicona y os confirmo que son más efectivos y duraderos ;)
Me gustan mucho los de la marca Pasante, puedes encontrarlos en tiendas online. Y me han decepcionado los lubricantes de la conocida marca Durex, concretamente los lubricantes durex play masaje 2 en 1. Duran muy poco y su textura es demasiado densa. Pero ya digo que esto es una cuestión muy personal.
Así que, queridas amigas, si notáis que las cosas no funcionan como a vuestros tiernos 20, no os preocupéis, no sois las únicas. El sexo volverá a ser igual de placentero recurriendo a esa ayudita extra.
¿Y vosotras? ¿Tenéis un gel amigo? :)