Netherfield (Orgullo y prejuicio)
¡Hola, lectores cafeteros!Somos muchos los que este San Valentín (todos los anteriores y todos los que quedan por venir) lo vamos a pasar en casa, debajo de la manta y rodeados de gatos (o cualquier bicho peludo que tengáis a mano). Algunos, como es mi caso, estarán hasta la madrugada leyendo novelas románticas (como cualquier otro día del año; la verdad sea dicha, mi rutina varía más bien poco). Pero con motivo de esta fecha tan... interesante, os traemos una saga de libros románticos que quizá os interese. Tal vez no especialmente ahora (hay que admitirlo, el cliché es demasiado grande como para soportarlo), sino para cualquier momento en el que os apetezca relajaros leyendo una sencilla pero adictiva historia de amor. ¡Así que vamos al tema!
Portadas de la edición en español, Ediciones Versátil:1. Nueve reglas que romper para conquistar a un duque2. Diez lecciones para dar caza a un lord... y que te adore3. Once escándalos para enamorar a un duque
Siendo sincera, este tipo de libros no me suele llamar mucho la atención, pero estas portadas me parecieron ligeramente diferentes a lo que el género me tiene acostumbrada. Para empezar, no sale ningún macho sin camiseta abrazando/besando apasionadamente a una mujer insinuando carnes. Son divertidas y así, en conjunto, los colores son atractivos (por desgracia, la edición original en inglés, publicada por Avon, es bastante más convencional en este sentido).
“She hated him then. Hated the way he stripped her bare. The way he knew her failings before she knew them herself.” Sarah MacLean, Eleven Scandals to Start to Win a Duke's Heart
Dejando al margen el tema estético, que es muy importante (me resulta imposible no juzgar un libro por la portada, ¡culpable!), el contenido tampoco decepciona. Love by Numbers es un romance de regencia o simplemente romance histórico, es decir, que podemos esperar de él muchos vestidos pomposos, varios caballeros enguantados y un estricto protocolo a seguir. En estas novelas, al menos en las de esta saga (que, lo confieso, son las únicas que he leído), todo gira entorno a proteger la reputación y la buena imagen en sociedad. No se pueden permitir ni un solo desliz. A mí ya me hubieran repudiado, desheredado y quemado en la hoguera por bocazas, pedante y maleducada (menos mal que nací en este siglo).
Vestimenta típica del XIX
Los personajes no son nada del otro mundo, no tienen un trasfondo psicológico complicado y rebuscado que justifique sus acciones más oscuras y depravadas. Hay un par de "malos" que lo son y ya está, Sarah MacLean no le ha dado más vueltas. Te lo tienes que creer. Los principales también son la prueba de que el estereotipo funciona: los personajes masculinos arrastran traumas de la infancia y la influencia materna es mala o nula (sobrevive el mito de la suegra lanzallamas en cualquiera de los tres tomos) y los personajes femeninos tienen alguna mancha en el expediente que les impide encontrar un marido decente (Cally es una solterona, Isabel es demasiado independiente y Juliana es un imán para los escándalos).Pero, si la fórmula funciona, ¿para qué la vamos a cambiar? Y es verdad, funciona, pero después del segundo, empieza a cansar. La historia de amor imposible, frustrado, contra viento, marea y sociedad. La historia de amor que vence a la crueldad del protocolo y la buena imagen. La historia de amor, en definitiva, que hace temblar los pilares sobre los que se asienta el estricto siglo XIX en Londres, con su temporada, sus bailes y sus paseos por Hyde Park entre coches de caballos y cotilleos.
Antes de pasar a otra cosa mariposa, tengo que hacer una advertencia que me hubiera gustado que me hicieran a mí antes de empezar a leer. Las novelas contienen escenas de sexo explícito (con todo detalle, así que ni lo intentéis si no os gusta este tipo de sensacionalismo literario). Casi siempre son en lugares públicos, no me preguntéis por qué pero he leído que es bastante común en el género, y se van expandiendo de forma gradual (empiezan con un beso inocente y ya, poco a poco, van subiendo el tono).
“Kisses should not leave you satisfied. They should leave you wanting.”
Sarah MacLean, Nine Rules to Break When Romancing a Rake
Novela rosa en todo su esplendor
En definitiva, esta historia no os hará el San Valentín más especial, pero al menos os quitará el aburrimiento. El argumento es sencillo (no esperéis ningún giro argumental que lo ponga todo del revés porque no lo hay) y la narración es poco recargada y tiene el interés añadido de las escenas... especiales. Vosotros ya me entendéis. No os va a cambiar la vida y no os la llevaréis con vosotros hasta la tumba. No tiene frases que os marcarán. No es de ese tipo de historias, pero cumple con lo que promete: un rato divertido, lleno de diálogos ingeniosos, tira-y-aflojas amorosos y un montón de exasperantes normas de comportamiento.¡Y hasta aquí el post de hoy! Espero que os haya gustado y que comentéis con vuestros romances favoritos y guilty pleasures más inconfesables. ¡Nos leemos!