Revista Cultura y Ocio

Hablemos sobre sagas nº4: El Jardín Químico

Publicado el 16 abril 2015 por Tazadelibros @Tazadelibro
¡Hola, lectores cafeteros!Hablemos sobre sagas nº4: El Jardín QuímicoHacía mucho que no actualizábamos esta sección, ¡con lo que nos gustan las sagas! Aunque ahora mismo nos hemos pasado a los libros autoconclusivos porque estamos un poco hartas de empezar una historia y acabarla cinco años después. En esta ocasión, os traemos El Jardín Químico (The Chemical Garden, para los entendidos) de Lauren DeStefano, una distopía que nos llamó mucho la atención tanto por su contenido romántico, que todos sabemos que aunque lo neguemos somos unas ñoñas, como por ser capaz de incitar a discutir sobre la ética y el camino que está tomando la cienciaCiencia-ficción y amor, ¿qué más podemos pedir?¡Vamos allá!
Hablemos sobre sagas nº4: El Jardín QuímicoHagamos un resumen para entendernos mejor. En un futuro no tan lejano como nos gustaría creer, y gracias a un milagro científico que permitió favorecer a una generación y fastidiar inmensamente a la siguiente, todos los recién nacidos llevan incorporada una bomba de relojería genética. 
Los hombres viven hasta los 25 años y las mujeres, que mueren a los 20, son secuestradas y forzadas a contraer matrimonios polígamos para evitar que la humanidad desaparezca de la faz de la Tierra. O peor, a veces ni siquiera llegan a la parte de la boda, si las mafias no las consideran "aptas" las matan y las abandonan en medio de la calle, a plena luz del día. Es un común encontrar cadáveres de chicas que apenas superan los quince años, desangrándose en mitad de la baldosa (o de chicas que llegaron a los veinte en un mal momento). Como veis, es un libro para leer mientras comes. 
Cuando secuestran a Rhine (a quien acabaréis odiando profundamente en momento clave... era raro que una protagonista femenina me gustara), una joven de 16 años, para venderla a un hombre rico, le espera un mundo de privilegios. Su joven marido, Linden (que es un buenazo pero que también necesita que le metan un buen par de collejas para ponerle los pies en el suelo), la ama igual que a sus otras esposas, pero Rhine sólo desea escapar, aunque deberá enfrentarse a su excéntrico suegro, quien no cesará en su intento por encontrar un antídoto para el virus que amenaza la vida de su hijo, aunque para ello deba dejar varios cadáveres en su camino (el suegro ideal, a la vista está). ¿Y NADIE MENCIONA A GABRIEL?(Odio cuando los de las sinopsis se saltan, accidentalmente, al mejor personaje de la saga)

Otra de las cosas que no podemos pasar por alto son las portadas. La edición original en inglés fue publicada por Simon & Schuster, y la edición en español, por Puck, mantiene el diseño con una ligera (e innecesaria, si me preguntáis) variación en el color:


Hablemos sobre sagas nº4: El Jardín QuímicoHablemos sobre sagas nº4: El Jardín QuímicoHablemos sobre sagas nº4: El Jardín Químico
No sé muy bien cómo empezar a definir El Jardín Químico. Al margen de los detalles escabrosos, las chicas muertas y los secuestros y todo eso, es una historia... un poco hecha sobre la marcha.
El primer libro, Efímera, que hace referencia a la rapidez con que la raza humana se está desintegrando, es lento y, si lo pensamos bien (como yo ahora mismo, que hace mucho tiempo que he leído esta saga) no ocurren demasiadas cosas. La narración se centra en la vida de Rhine como esposa de Linden, en los privilegios, en sus hermanas-esposas (tanto en las que tiene, como en las que ya no están), su hermano gemelo y, sobre todo, ese constante dilema de no saber si amar a tus hermanas-esposas porque se han convertido en tu único apoyo, u odiarlas, porque quieras que no... tu esposo se las friega cada vez que puede. En fin, como ya hemos dicho, romance hay (de hecho, en esta primera entrega, es de lo que más hay). 

Hablemos sobre sagas nº4: El Jardín Químico

1.5 The Seeds of Wither

Entre el primero y el segundo (que, para mi gusto, es el mejor: la imagen de los carnavales me parece "cautivadora"), hay una historia corta sobre Rose, la esposa que precede a Rhine: The Seeds of Wither. En mi opinión, Rose, que fue el primer amor de Linden (la sombra que sigue a todas esposas, el yunque que hunde a quien la recuerde), representa la muerte de la inocencia.A lo largo de la historia podemos saborear la constante sensación de agobio y asfixia que siente Rhine gracias a la pluma de la autora. Nuestra protagonista está atrapada por su suegro, que la quiere sí o sí en su casa para poder experimentar con ella (porque claro, tiene que tener algo que la haga única y especial). La persigue, la encuentra, la vigila, la atrapa, la tortura. Este sentimiento de paranoia y cansancio y desesperación es lo que nos transmite Lauren DeStefano en su obra. En este sentido, es una maravilla. O eso, o tiene un talento especial para querer que tire el libro por la ventana.

Hablemos sobre sagas nº4: El Jardín Químico

Photoshoot para la portada de Wither

Por otra parte, a nivel de personajes deja mucho que desearLinden es demasiado inocente (¿en qué mundo has estado viviendo todos estos años, niño?), Cecily es una cría y experimenta la evolución típica de una "novia sureña" (boda - embarazo - maternidad), Rhine es la típica heroína poco convencional ("os quiero hacer creer que esto no va conmigo, pero está claro que sí) y Gabriel se pasa de consentidor (con todo lo que le pasa... hacía tiempo que había mandado a Rhine a freír espárragos). La historia no tiene mucha profundidad en sí, porque me parece que se ha enfocado demasiado en el romance (la eterna fórmula del triángulo amoroso, para variar).En conclusión, El Jardín Químico es otro más de los quiero-y-no-puedo de la ciencia ficción actual que intenta aumentar demasiado la dosis de romance entre sus páginas. No obstante, y a pesar de la falta de equilibrio, ya que la gran parte de la trama se apoya en lo romántico, es una lectura ligera, fácil y adictiva (ya os hemos avisado, somos unas ñoñas). 

Volver a la Portada de Logo Paperblog