Juan Martorano.
Dios mío, como pasa rápido el tiempo, pero el dolor de tu ausencia lo sentimos como si fuera ayer. Cuanta falta haces Comandante: Hace falta tu voz, tu guía, tu presencia física, tus enseñanzas. Pero sabemos que tú sigues con nosotros, desde donde estés, sigues acompañándonos en las luchas y batallas que están por venir.
Ayer te recordabámos, hace veintidós años fue el primer contacto de amor tuyo con nosotros, ahí te conocimos, ahí supimos que eras el hombre que nuevamente nos liberaría y que nos teníamos más nada que perder que nuestras cadenas de la ignorancia, de la opresión, de la tiranía de nuevo cuño. Recordábamos la heroica Operación “Ezequiel Zamora”, el glorioso 4 de febrero de 1992, donde tronaron los fusiles para decirnos que había militares patriotas, dignos herederos de la gloria de Bolívar, y dipuestos a acompañar las luchas de nuestro pueblo.
Tres años antes, un 27 de febrero de 1989, el pueblo arrecho en Caracas, Guarenas y el resto del territorio nacional, bajó de los cerros, el volcán popular hizo erupción y la única forma que el Gobierno de Carlos Andrés Pérez en su segunda edición se le ocurrió aplacar la insurgencia popular, era ahogando con algunos militares felones, en represión y sangre, el espíritu indómito de un pueblo ante un sistema que le negaba y cercenaba su dignidad de vivir en libertad.
Estamos recordando comandante eterno, gigante inmortal, el febrero rebelde, el 1 de febrero recordábamos los 196 años del natalicio del general del pueblo soberano, del hombre que acuño aquellas frases de “elección popular”, “tierras y hombres libres” y “horror a la oligarquía”; el 2 recordábamos los 15 años de la llegada de la Revolución al Gobierno, cuando tu mi Comandante, juraste sobre una moribunda constitución que era igual a jurar en contra de un modelo corrompido, caduco, obsoleto, inviable en nuestro país, un modelo que condeno a más del 80% de nuestra población a la pobreza más horrorosa, y cerca del 40% en pobreza extrema, del modelo que le negaba a los más pobres el acceso al agua y a los servicios básicos más elementales, un modelo basado en represión, persecución y en sangre, en un modelo en el que el secuestro a la voluntad popular bajo la máscara de una democracia representativa era un descaro evidente.
Luego, el 3 de febrero, recordábamos los 219 años del Natalicio del Gran Mariscal de Ayacucho, de Antonio José de Sucre, de un digno hijo de Bolívar, y de no haber sido por los balazos de Berruecos, fácilmente hubiese podido ser el sucesor y continuador de la obra de nuestro Libertador. Este mes sin duda, además de ser un mes de rebeldía, es un mes con una profunda carga histórica para nuestro país, que no nos quepa la menor duda.
Con ese aldabonazo que marcaste hace 22 años, que la clase política de aquel entonces no se lo esperaba, y cuando ahí en esa oportunidad, salieron los militares, pero faltó el pueblo, no obstante, además de tu lanzar aquel “Por Ahora”, que se convirtió en un “Para Siempre”, como todo un varón asumiste ante tus compañeros de armas y ante nosotros la responsabilidad de ese movimiento militar bolivariano. En ese país de aquel entonces, en que esa clase política, en que esos gobernantes y nosotros como pueblo estábamos hastiados de la evasión de las responsabilidades, el hecho de que tu, como todo un varón, asumiste las tuyas, fue lo que nos dijo que tu eras el hombre, nuestro nuevo Libertador. Seis años después, te llevamos a Miraflores, y siempre cumpliste lo que nos prometiste, nunca nos fallaste ni nos mentiste.
Por eso, Comandante Eterno e Infinito, Gigante cuyo amor por el pueblo venezolano, por los pueblos de la América latinocaribeña y el resto de los pueblos oprimidos del mundo, juramos convertir el dolor y la tristeza de tu partida física, en fuerza y energía para continuar adelante, para preservar tu legado de amor, de dignidad, de lucha, de batalla y de grandeza, y para consolidar el proyecto socialista y que este alcance la ruta y el camino hacia el no retorno.
Quiero cerrar estas líneas Comandante, con un poema que te escribió una camarada de esta Patria Grande, a quien, aquel 21 de diciembre, cuando te visitaba en tu morada eterna, el Cuartel de la Montaña 4F, me concedió el honor de leer este poema que pasó de seguidas a transcribir, y que considero que este regalo tuyo, es bueno que lo conozcan todos los pueblos que te amamos. Aquí va.
Mis pies, mi canto y mi llanto
Vuela bajo
vuela,
vuela
vuela alto,
pájaro libre;
andante de caminos ardidos,
paracaidista de pueblos lejanos,
vuela,
vuela
y mira cuán rojo está el horizonte,
que mañana amaneceremos
bañados en rojo
en ríos de Los Andes
en una África ardiente
en tu Palestina querida
Vuela cerca de pies heridos,
de pies bailarines,
acaricia esos pies
que te buscan
te representan
te extrañan.
Dicen que estuviste en el Arauca
allí, allicito nomás
y dicen que tenías dos niños sobre tus rodillas.
Ah¿que no eras tú?
no hermano, no te creo.
Erasyo se que eras,
que cumpliste tu sueño
y después te vi en la cordillera
imponente mirando a tus hermanos mapuches
y a hombres con caras gringas
hombres negros y blancos
sí, te vi en la cordillera,
junto a San Martín
que rabeaba con la altura
y hubo nieves
y cóndores buenos
que los acompañaban.
Te vi ascendiendo al San Agustín
¿o era El Conde, El Tanque?
y le diste la mano
y no hubo lluvias
ni gobernadores muertos en los ríos
y hubo un dulce de alcayota,
perdón,
de cabello de ángel
esperándote en una mesa familiar;
y hubieron carreras limpias,
pelotero bravo,
en los aires de luna,
acompañándote redonda,
iluminando noches oscuras
de asesinos siempre al acecho
¿Sabes Comandante?
cuando los ejércitos populares
marchen por las calles,
cuando los poetas te recuerden en cada letra
y los poderosos se arrodillen,
tú volverás al Arauca
y explorarás cañadas y cañadones
y llamarás a Simón
y Sucre, siempre presto,
te estará esperando.
No le falles,
el café estará caliente
y los pobres de la tierra
compartirán uno cada vez que tú lo quieras,
siempre esperando y agradeciendo
Hermano, cuando quieras,
un mate te espera;
la tierra de Evita te seguirá
hasta donde vayas
No te fallaremos Comandante
y yo se que vos, militante de los pies heridos,
estarás en lo pies de todos los guerreros,
toditos, Comandante,
toditos!
Vuela camarada-compañero,
vuela y camina en el cañadón;
construye casas,
libera mentes;
siembra desde la tierra;
manda miles de discursos,
que acá los transmitiremos
con altavoces festivos en todos los pueblos
y te esperaremos con mate o café
en el barro del barrio,
marrón, marrón,
como decía la negra;
pero buenoahí los barrios tendrán asfalto
y no habrá casas deslizadas
y no habrán chapas
ni camas convertidas en fuego
ni niños matando
Siéntate con esos niños benditos,
esos que tú bendijiste
que te lo mereces guerrero;
juega y enséñales a jugar,
que nosotros caminaremos,
caminaremos,
caminaremos
y haremos dulce de alcayota,
que la vida será DULCE,
MUY DULCE,
después de tantas BATALLAS
¡Hasta la victoria siempre, mi querido Comandante de los pies heridos y batalladores y el canto claro!
Estrella Furiasse (14/03/13) Argentina*
*Escrito en forma manuscrita y luego en una computadora, llena de lágrimas
¡Bolívar y Chávez Viven, y su Lucha y la Patria que nos legaron sigue!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado,Activista por los Derechos Humanos,Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC). http:// juanmartorano.blogspot. com /http://juanmartorano. wordpre ss.com/ .jmartoranoster@g mail .com ,[email protected] ,juan _ martoranocastillo@yahoo. com. ar . @juanmartorano (Cuenta en Tuiter).