Hace un año (junio 2010)

El blog ha superado el año de vida. ¿Mucho tiempo? Todo es relativo. Creo que es un momento adecuado para echar la vista atrás y rescatar alguna de las entradas y/o temas que puedan haber pasado desapercibidas a quienes os hayáis acercado más recientemente a estas páginas.

Inicio así una mirada retrospectiva a lo publicado durante el mes que finaliza ahora, pero hace un año.

Tratándose en este caso de los inicios del blog, es evidente que una de las primeras cuestiones a abordar era la de los derechos de la infancia, haciendo un repaso a algunos de los hitos más destacables de su historia en una serie de entradas que comenzaron entonces, y de las que os dejo la segunda de una serie que se continuaría más adelante.

Otra de las series iniciales se acercó a la cooperación sanitaria y los principios que han de sustentarla: Cooperación: Cuestión de principios, principios que han de cuestionar permanentemente nuestras actitudes y prácticas.

Otra de las entradas de aquel primer mes fue dedicada al maltrato infantil, en la que, además de abordar tipos de maltrato y la actitud a adoptar por parte de l@s profesionales sanitari@s, me hacía eco del lanzamiento de la III Campaña  Estatal de Sensibilización y Prevención del maltrato infantil, por la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI), blog incluido: Todos contra el maltrato infantil.

Y finalizo con un texto de Saramago, recogido en el blog con motivo de su muerte e inspirador de ideas y actitudes, especialmente de esperanza, de quien escribe habitualmente estas líneas:

Es cierto que existe una terrible desigualdad entre las fuerzas materiales que proclaman la necesidad de la guerra y las fuerzas morales que defienden el derecho a la paz, pero también es cierto que, a lo largo de la Historia, sólo con la voluntad de los hombres la voluntad de otros hombres ha podido ser vencida. No tenemos que confrontarnos con fuerzas trascendentales, sino, y sólo eso, con otros hombres. Se trata, por tanto, de hacer más fuerte la voluntad de paz que la voluntad de guerra. Se trata de participar en la movilización general de lucha por la paz: es la vida de la humanidad la que estamos defendiendo, ésta de hoy y la de mañana, que quizás se pierda si no la defendemos ahora mismo. La Humanidad no es una abstracción retórica, es carne sufriente y espíritu en ansia, y es también una inagotable esperanza. La paz es posible si nos movilizamos para conseguirla. En las conciencias y en las calles.