Un año ya…..un año de mi primera entrada en el AZ de Trimadre. Fue el 29/05/13. Y empezaba explicando mi conflicto, el que supuso la maternidad para mi. Ese al que muchas nos enfrentamos, que nos vuelve insoportables porque no entendemos que la culpa no debe estar pero está. El que nos obliga a replantearnos cosas, a reestablecer nuestras prioridades. Ese que nos hace ser lo que no somos……Pero que es común a muchas. Por desgracia, por lo mal que se pasa y porque no debería existir. Y por suerte, porque entrar en este mundo del AZ me permitió encontrar a otras personas que habían vivido experiencias similares y me hizo ver que no soy tan rara como yo creía. Me hizo sentirme parte de una tribu.
Los cambios que supone la maternidad, aquellos que yo intento tomarme con humor, porque de otra manera no sería posible sobrellevarlos, son muchos, inmensos algunos de ellos. No hablo sólo de cambios físicos, eso es una obviedad (la fuerza de la gravedad es enorme y las x ahora ya no se refieren a películas....para nada), si no de aquellos que te llevan a sentirte frustrada, que te hacen desear tener poderes sobrehumanos para no sentirte como Wally, perdida en medio de miles de personas que no eres, esperando reecontrarte.
Pero, un buen día, 29 de mayo de 2013, de la mano de la primera persona a la que seguí en Twitter (Annajr) me animé a participar en esto. Fue lo que se dice mi bautismo bloguero, mi ocasión de compartir todo lo que pensaba y removía desde mi personal visión de la maternidad. Y empecé mi diccionario, dedicado a mis 3 josmíos con todo mi amor y risas.No sé si sabes que somos una familia numerosa, con todo lo que conlleva. Descuentos, pocos; pero llamadas que asustan, capacidades extrañas de realización de varias tareas a la vez, incluso de estar en varios sitos al mismo tiempo (el don de la ubicuidad inherente al hecho de ser madre), posibilidades de superación del límite máximo de agotamiento....de eso, bastante. Pues a pesar de ello, aunque parezca a algunos que esto es una queja, que siempre tengo el taco y la protesta en la punta de la lengua, esta tarea como madre, me convierte en mejor. Me hace ser yo de verdad, y querer seguir. A pesar de las dificultades. Porque este papel que elegí de manera inconsciente, que me acompaña desde hace casi 9 años, me emociona, me gusta, me hace querer más. Me exige aprender, reciclarme a diario. Vaya, que hay días que creo que me merezco un OLE con mayúsculas. Otros no, claro. Otros días simplemente quiero huir. Salir corriendo y escapar de esta tarea que me he autoimpuesto sin saber, que me viene grande, que me asusta, me aplasta....Esos días en los que todo es simplemente demasiado. Los viernes ya no son lo que eran: esos días para descansar del resto de la semana. Para nada. Los viernes empieza el trabajo de verdad...temblad, malditas, temblad....Pero ahí están mis hijos, que a pesar de que a veces eche pestes de ellos, son los que de verdad me animan. Me hacen pasar de ser mamá mapache a mamá oso y achucharlos sin control. Los que me sacan una sonrisa (o los dientes, todo sea dicho). Los que me hacen reír cuando les pido que se terminen la cena y repiten imitándome un "ya veremos" dejándome con cara de tortilla. Y al final, para lo que hemos quedado....bodas, bautizos y comuniones, la BBC de toda la vida, son las ocasiones en las que el despiporre vuelve a mí....Y, en cualquier caso, cuando la vida real, en mi papel de madre, se me hace duro, me hace bola.....un poco de ketchup ayuda a que pase más fácil.Pues tras este recorrido de un año, ahora tenemos un nuevo proyecto entre manos, que es publicar un libro con las entradas de este diccionario. Porque el AZ nos ha dado tanto, que no se va a terminar aquí.....seguiremos dando guerra......