Escribe hoy mismo Miguel en su resumen semanal pasado por agua sobre lo que parece ser un desencanto en la escena de la blogosfera sanitaria: Blogs que desaparecen, otros que pausan su ritmo de publicación, algunos que empiezan y son flor de cuatro días, y afortunadamente muchas excepciones que siguen adelante (o que acaban de empezar y se convierten rápidamente en imprescindibles). No hay fórmulas mágicas cuando la vida personal, profesional y la coyuntura (¿o la estructura?) social mandan, pero a veces es bueno hacer un alto en el camino, echar la vista atrás a aquello que fue y que creímos que ya pasó en este mundo de publicaciones efímeras, para ver que tal vez, sólo tal vez, somos capaces de encontrar y rescatar algo que nos empuja a seguir adelante; que, como escribía entonces, tal vez no sea tan mala idea parar el mundo… Por eso, desde aquí, con el final de cada mes echamos un vistazo no al mes que acabamos de dejar atrás, sino al de hace doce meses, un mes que fue dividido en el blog por un ecuador muy especial:
- Comenzaba el mes hablando de los sueños de la infancia y las obstáculos que ponemos muchas veces desde el mundo de los adultos en lugar de dejarles ser nuestra fuente de inspiración, el motor para olvidar nuestras limitaciones: Esos locos bajitos.
- La primera quincena del mes fue un tiempo para mirar especialmente -y a veces de otra manera- a África, de la mano de compañeros de camino como Lucila Rodríguez-Alarcón, Ramón Lobo o José Antonio Ritoré: 2 meses de África en 3 minutos… 3 días y Otras perspectivas de África.
- Precisamente de Lucila rescato una reflexión sobre la pereza que quizás nos ayude a reflexionar sobre los pensamientos iniciales de Miguel. Recogida en otra de las entradas que miraban a Áfrrica, una entrada larga, una entrada-diálogo con Jesús, el médico de mi hij@ y gemelo mayor, tras una impactante historia sobre otro de sus Manolos: Jesús, Manolo y Mtoto:
La pereza de vivir hace que decidamos no ver y prefiramos abstraernos de la realidad, enajenándonos… ese sería un significado, uno de los más amplios. No se trata solo de drogarnos con alcohol o psicotrópicos, también podemos abstraernos trabajando, viendo la tele o tuiteando, leyendo, sumergiéndonos en una relación tormentosa, convirtiéndonos en adictos a algo… Sea como fuere, lo difícil es encontrar cada instante el valor para mirar la vida de frente y con el pecho descubierto. Y sin embargo, a día de hoy, creo que no hay un mejor modo de vivir que saboreando cada uno de los instantes de la vida siendo plenamente conscientes de que lo vivimos. Lo bueno y lo malo.
- Si en el resumen del mes de agosto os hablaba de la puesta en marcha de la iniciativa para donar el cumpleaños, septiembre fue el mes de cerrar la iniciativa en la que fue la entrada sobre la que basculó todo el mes en el blog (y ecuador también de este resumen): ¿Cuánto vale una entrada? Balance de #donarcumpleaños… 2500 gracias.
- Días después publicaba dos entradas sobre la necesidad de trabajadores sanitari@s a nivel mundial, quizás ofrezca ciertos matices para la reflexión en estos tiempos en que la crisis y los recortes en nuestro entorno más cercano parecen dominarlo todo: ¿Hacen falta trabajadores sanitarios? y Niñ@s que no conocerán personal sanitario.
- Dos testimonios en vídeo sobre el impacto de l@s profesionales sanitari@s -no siempre positivo…-, en relación con las medicaciones y la lactancia materna y una propuesta de trabajo…: Nuevo formato, mismo mensaje… lactancia y medicación, #videosysalud:
- La dosis muscial final, no podía ser de otra manera, de la mano de una banda africana, rescatada de otra de las entradas dedicadas a ese continente, Polio. Staff benda bilili, música al servicio de la educación para la salud (tal y como nos recordaba recientemente la ex-presidenta de MSF Paula Farias en su intervención en TEDxDeusto):