Revista América Latina
*JUAN MARTORANO.
Tenía pensado escribir y hacer algunas sugerencias al compañero Nicolás, pero hoy, cuando desperté, revise el calendario, me topé con la sorpresa que hoy es 5 de abril de 2013.Guao, como pasa el tiempo rápido Dios mío. Hace un mes, decidistes volar como lo señalo la hermana María Gabriela, rumbo hacia la eternidad, Comandante Supremo, Presidente Eterno, Hugo Chávez Frías.
¿Quien diría estimado líder, padre y amigo, que mientras muchos de nosotros conmemorábamos y recordábamos los dos años de la partida a la eternidad de otra grande y de las imprescindibles como lo fué Lina Ron, tu ahora compartes esa fecha y esa partida a la eternidad?. Yo enseguida cuando recordé esto, al despertar y recordar esta fecha, enseguida me levanté y me asomé a la ventana de mi habitación que da tu eterna morada, el Cuartel de la Montaña, y ahí te ví, Comandante, ahí te vi, resplandeciente y fulgoroso.
¿Como olvidar aquélla tarde del jueves 30 de junio de 2011? Muchos los recuerdan en la noche, cuando hiciste el anuncio al mundo de tu padecimiento y de tu enfermedad.Pero yo no solamente lo recuerdo por eso. No, lo recuerdo como si fuera ayer.Me encontraba en Galerías Ávila, en Caracas, cuando pocas horas antes de tu anuncio, me sorprendiste con esa llamada que me dejó de una pieza.No pensé que por escribir en aporrea y en otras webs tuvieras tiempo de leerme, y más aún, que tuvieras la deferencia y la gentileza de atenderme.
¿Como olvidar aquella madrugada del 4 de julio de 2011? Aquella madrugada luminosa cuando tú, y este secreto nunca lo conté hasta ahora, algunos de tus muchachos de esa Guardia de Honor Presidencial, en coordinación tuya y mía, me buscaron en el lugar donde me encontraba y me condujeron justo a tu Despacho. Ahí estabas tú Tribilín, delgado, pero sonriente, te vi inmenso, te vi gigante, y quede paralizado. Recuerdo que te me cuadrastes firme, tu abrazo, un café y nuestra conversación acerca de tantos tópicos y temas de artículos que había escrito y que tu tenías tantas inquietudes que yo trate de responder.
Ahí estabas tú, inquisidor e incisivo, pero también con la amabilidad y la pedagogía de hacernos ver cuando estábamos equivocados. Siempre me cuidaste y protegiste, no te imaginas como te lo agradezco. Pese a que en ese momento, vaya cuantas cosas y momentos díficiles en lo personal y en lo político estaba viviendo.
¿Como olvidar nuestro mecanismo directo de comunicación, nuestras platicas, nuestras reuniones clandestinas? Como olvidar cuando entregue en tus manos tantas denuncias, bien sustentadas de lo que en mi querido Estado Bolívar estaba y aún esta ocurriendo. Que lástima que no te dió tiempo de resolver todo lo que te reporté ahí. Otras si le diste respuesta, aunque fué casi imperceptible. Como olvidar tantas cosas que con mucha modestia te pedí y con tu generosidad de gigante me concediste, como olvidar tus consejos, tus enseñanzas. Sencillamente es imposible hacerlo.
¿Como olvidar esa infausta tarde del martes del 5 de marzo de 2013? Lo recuerdo como si fuera ayer, caminaba rumbo a casa, y la tarde caraqueña no era como esas tardes a la que nos tiene acostumbrados. Se notaba que había llovido un poco, y ya cuando iba a la altura del BCV empecé a notar como una densa neblina cubría buena parte de los Bloques de esa parroquia combativa del 23 de enero, y hacía un inusual frío. Cuando llegué a la habitación, mientras me preparaba a buscar un vaso con agua, encendí el televisor y cadena nacional. Ahí estaba mi hermano Nicolás Maduro, junto al Alto Mando Político y Militar de la Revolución, dando esa noticia que no hubiésemos nunca oír tan pronto: A las 4:25 pm de esa tarde falleció el Comandante-Presidente Hugo Chávez Frías.
Recuerdo que me quedé clavado en la cama en donde estaba sentado, mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, sin duda el mismo dolor que sentí aquella infausta tarde también del 14 de diciembre de 2012, casi a la misma hora, 4:25, viendo la puerta cerrada de la habitación 421 de la Policlínica Monagas, se abría la puerta y el Dr Omar me anunciaba junto al resto de mi familia, la muerte de mi amado padre, Juan Martorano Figuera.Ahora ambos están en el cielo, sin duda cuidándome.
Pero claro, Nicolás se refería a la muerte natural, al proceso biológico por el que todos los seres humanos debemos pasar algún día. Porque tú mi Comandante-Presidente, mi padre, mi amigo, mi Libertador, no has muerto. Cuando camino en las calles de Caracas y Venezuela, siempre te veo, en el niño pobre que ahora si tiene posibilidades de educarse, en nuestro Adulto y Adulta Mayor que ahora si tiene una pensión digna, en el obrero que trabaja, el campesino, en la montaña, estas en la ciudad, en los lagos, en la cascada, en tu pueblo que es el que mas te extraña, pero también estas desde el cielo y de ahí nos acompañas.
¿Como olvidar cuando días antes de tu partida a la eternidad, me señalastes Comandante, “Juan, no te eches a perder hijo mío, debes seguir adelante porque tu eres la conciencia de la Revolución”. Yo recuerdo que le dije, Comandante, no diga eso, yo no soy la conciencia de la Revolución porque sólo soy un grano de arena, yo sin el colectivo no sería nadie, y usted se sonrió y me dió un fuerte apretón. Así lo recordaré siempre Jefe, a pesar de las lagrimas que me salen en estos momentos, como aquel 5 de marzo de 2013.
Tu mensaje me llegó jefe, no hay nada que nos detenga, esa es nuestra gran misión , aqui no hay tiempos para tristezas ni para desilusión, si algún dia me siento solo me lleno de ilusión porque sé que tu estás en mi corazón, y yo también soy Chávez.
Gracias por el último favor que me concedistes y que será un secreto entre ambos que me llevaré a la tumba. Te lo expresé, tu mensaje antes de tu partida ya me llegó, y esa parte del legado que a los que de alguna manera tuvimos la fortuna de conocerte lo cumpliré cabalmente. La primera tarea, la de ayudar y hacer todo lo que esté a mi alcancé para que dentro de 9 días, el compañero y hermano Nicolás Maduro Moros sea ratificado como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
Hoy el sol esta triste porque el cielo esta nublado, pero más triste me siento yo porque mi Presidente eterno se ha marchado para siempre, pero siempre estará en mi corazón .
Recuerdo que 5 o 6 veces acudí a visitarte al Salón de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, antigua Academia Militar, a darte ese hasta siempre, ahí al que le tocó cuadrarse firme fué a mí, y cuando fué la última vez que fuí a verte, recordaré el juramento que te hice en esos segundos.
¡Chávez no ha muerto, solo es un gigante que duerme!
¡Defenderé la alegría y profundizaré la Revolución!
¡Chávez te lo juró, que este 14 de abril, mi voto será para Nicolás Maduro!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los Derechos Humanos,Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC). http:// juanmartorano.blogspot. com / http://juanmartorano. wordpress.com/ .jmartoranoster@ gmail.com , j_martorano@ hotmail.com ,juan_ martoranocastillo@yahoo. com. ar . @juanmartorano (Cuenta en Tuiter).