Hace muchos años, tuve la bendición de tener un líder que siempre decía:
“Piense qué desea ser y actúe como si lo fuera.
Piense qué desea tener y actúe como si lo tuviera”.
En ese momento, yo estaba dando los primeros pasos por el mundo de la capacitación… luego vino también, mi transformación, y solo por mi entrega incondicional al aprendizaje, lo escuchaba. No entendía entonces muy bien, qué es lo que esto significaba. Me preguntaba cosas como “¿Cómo voy actuar como si fuera lo que deseo ser si no lo soy? ¿Cómo voy a actuar como si tuviera lo que quiero tener si no lo tengo? (Adquirí muy rápidamente el hábito de cuestionarme porque siempre tuve la creencia de que todo es posible, por lo tanto, nada de lo que creemos que sabemos, está fuera del alcance de nuestras preguntas poderosas)
A medida que pasó el tiempo, comprendí que se trataba de pensar de una forma diferente, de pensar como pensaría una persona que sí fuera lo que yo quería ser o que sí tuviera lo que yo quería tener, salvando las distancias.
¿Te está pasando esto?
¿Querés pero no podés lograrlo?
Necesitás intentar esta nueva forma de ver porque en ello reside tu poder de convertirte en ese alguien que visionás.
Te aseguro que se puede y que ese es el primer paso hacia conseguir tus objetivos, porque todo lo que logramos siempre primero, se desarrolla en nuestra mente y empezar a pensar “Como si…”, hace que concluyamos creyendo en nuestra posibilidad de ser quiénes queramos ser y tener lo que queramos tener.
Es la mente la que crea el mundo que nos rodea y aún cuando nos encontramos juntos, parados en la misma pradera, mis ojos nunca verán lo que los tuyos contemplan y mi corazón nunca se agitará con las emociones que conmueven al tuyo. George Gissing
Quiero compartir algunas claves para que logres el hábito de pensar en grande.
a) Tené muchas ideas. Ideas, ideas, ideas. Dejalas jugar en tu mente. Todo es posible allí… ¿Por qué no creértelas? ¿Por qué no podrían ser realidades?
Nada es más peligroso que una idea cuando no tenemos más que una. Paul Claudel.
b) Leé, investigá, buscá. No juzgues. Informate manteniendo tu foco. Esto te permitirá conocer más y con más especificidad sin llenarte de lo que no necesitás. Declará y sostené en el proceso, tu “No sé”. Cuando, ante la nueva información, creés que ya sabés, estás cerrando tus posibilidades de aprender.
La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo. Richard Steele
c) Elegí la máxima dimensión para tus pensamientos. ¡Grandes, grandes, cuanto más grandes, mejor! Cuando te digan que estás loco, vas por el camino correcto para grandes empresas.
Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios. Carlo Dossi.
El líder que te mencioné también decía: “Algún día, algún día… todos esos que me dicen loco, no podrán cerrar su boca al ver mis logros”… ¡Y los consiguió!
d) Imaginá. Mundos, situaciones, relaciones, conquistas, éxitos. No limites a tu imaginación con un pensamiento que comience con “Debo ser realista”. ¿Qué es ser realista para vos? ¿Conformarte? ¿Limitarte?
La imaginación es el comienzo de la creación. Imaginamos lo que deseamos, queremos lo que imaginamos y finalmente, creamos lo que queremos. George Bernard Shaw
Todo es posible si… abrís y fortalecés tu mente. Si todavía dudás… seguí leyendo…
Un labrador oyó un ruido bajo la rueda del rastrillo de su arado. Miró con curiosidad y descubrió un cofre lleno de monedas de oro.
¡Qué suerte! –pensó. Lo tomó y lo enterró profundamente en su jardín.
“Y ahora… ¿Qué hacer con eso?” se preguntó. Se imaginó todo lo que podría comprar y después de pensarlo bien, decidió… que quizás cambiaría de idea con respecto a la inversión, entonces, decidió dejarlo enterrado. Además, ese cofre lleno de monedas de oro sería su seguridad en caso de una dura temporada.
Esa seguridad cambió su carácter, de precavido a relajado, de gruñón a agradable. Eliminó su intolerancia porque vislumbraba una vida hermosa y feliz a pesar de lo que pudiera venir.
Sus últimas horas llegaron y antes de morir, reunió a sus hijos y les reveló su secreto. Murió instantes después.
Al día siguiente, los hijos cavaron en el lugar indicado y encontraron el cofre… ¡Vacío! Un ladrón las había robado –después lo supieron- hacía 10 años.
¿Había tenido una vida de riqueza o pensaba que la tenía por ese resguardo… que no existía?
Lo que hoy te aqueja, ¿es el hecho en sí o el poder que vos le das con tu pensamiento?
¿Y si lo usaras para crear la vida que querés?
Cierro este post con otra de las frases preferidas de mi líder… “La mente pobre mantiene a la gente pobre… y no solo de dinero.”
Dedicado a T.G. (mi líder)
Por el placer de compartir.