Hay gente que piensa que hacer deporte es sinónimo de perder grasa y esto no es así.
Cuando empiezas con el deporte lo normal es que comas muchísimo más de lo normal y para adelgazar simplemente hay que gastar más calorías de las que consumimos. De nada sirve correr 5 kilómetros si luego te comes un búfalo si tu intención es perder peso.
Por lo tanto, lo mejor es ponerse en manos de un buen nutricionista, unos análisis de sangre y las pruebas necesarias.
Es el primer paso si tenemos muchos kilos de más porque si empezamos a correr, por ejemplo, lo más seguro es que nos lesionemos y se nos quiten las ganas de seguir porque lo pasaremos mal. Especial atención a las rodillas.