Las pautas para prevenir el sobrepeso y la obesidad son más efectivas y requieren de un esfuerzo menor por parte de cada persona que las acciones para reducir peso. En este sentido, los expertos indican que mientras que para prevenir la obesidad es suficiente con incluir pequeñas variaciones en nuestros hábitos de vida, a la hora de tratar la obesidad, se requieren cambios de comportamiento mucho mayores.
Éste ha sido uno de los importantes temas tratados en el curso ‘Avances en Nutrición y Salud Pública; a propósito del equilibrio en el balance energético’, que se ha celebrado en San Lorenzo del Escorial en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense.
Según el Prof. Gregorio Varela-Moreiras, presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, “el organismo humano está fisiológicamente diseñado para ser más efectivo en la prevención de la ganancia de peso que a la hora de tratar la obesidad, por lo que hay que potenciar esta prevención a través de un balance energético adecuado”.
En este sentido, el presidente de la FEN pone en valor la importancia de no actuar de manera aislada sobre la alimentación diaria a la hora de disminuir la obesidad, sino potenciar a la vez el gasto energético para conseguir un balance adecuado de energía.
“Estamos diseñados para ser y estar activos, no para ser deportistas de élite, pero sí para movernos de forma habitual, a pesar del entorno actual que nos rodea, caracterizado por el sedentarismo y por una gran disponibilidad de alimentos. Por esto, el bienestar físico y una salud óptima es más factible de conseguir en aquellas personas que acostumbran a ser activas”, señala el Prof. Varela-Moreiras.
En caso de que la restricción energética sea necesaria, “ésta debe ser siempre de acuerdo con una elevada densidad nutricional, evitando potenciales ingestas insuficientes de micronutrientes, y recordando siempre que la nutrición es igual a salud y placer”, continua explicando el Prof. Varela-Moreiras.”En definitiva, si el balance energético se consigue a un nivel más elevado, aumentando la actividad física, nos permitirá además disfrutar de una mayor variedad de alimentos”.
Perfil de ingesta desequilibrado
Según se indica en la investigación ‘Ingesta, perfil y fuentes de energía en la población española’ incluida en el estudio científico ANIBES (Antropometría, Ingesta y Balance Energético en España), y publicada recientemente en la revista “Nutrients”, la población española actual tiene un perfil de ingesta de energía desequilibrado, con un consumo de grasas superior al límite máximo establecido en las recomendaciones, lo que ocurre igualmente con la ingesta de proteínas, mientras que la de hidratos de carbono y fibra dietética estaría por debajo de las indicaciones que marcan los objetivos nutricionales intermedios para la población española que propuso la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) en 2011.