El partido ante el Sporting no será un partido más. Este encuentro será una final en toda regla para un equipo y una afición más ilusionados que nunca.
Hace varios años, ver al Málaga en la Champions League era como ver a España ganar un Mundial. Una utopía. Esa es la grandeza de este deporte: en el fútbol no existen las utopías.
Si el equipo malaguista vence a los de Clemente, podrá decirse que hemos ganado nuestra "Copa" particular, basada en 38 finales. A principios de temporada, entrar en Europa era un logro que se antojaba arduo. Muy difícil se vislumbraba, pero no imposible. Ese objetivo ya está conseguido. Por lo tanto, la temporada ha sido un éxito más allá de lo que pase en el último partido.
Lo que sí es cierto, es que quedar por debajo de la cuarta plaza dejaría a toda una provincia con la miel en los labios. La ocasión es histórica. Ver codearse al equipo de tu ciudad con los más grandes de Europa no tiene precio, como en el anuncio.
Por ello, el Málaga tiene que aprovechar y disfrutar esta ocasión jamás vivida antes.
Pellegrini podrá contar con Mathijsen, que se ha recuperado a tiempo para su lesión. Por contra, Weligton se perderá el partido por sanción. Con ésto, la defensa titular la formarán Monreal, Gámez o Sánchez y Demichelis con Mathijsen como centrales.
El centro del campo se prevé ofensivo, con Camacho como único mediocentro destructor acompañando a Cazorla, Joaquín, Eliseu e Isco. Arriba estará una vez más Rondón para tratar de materializar las ocasiones.
El Sporting llegará a Málaga a sabiendas de ser prácticamente un equipo descendido, pero con la obligación moral de pelear mientras siga habiendo opciones. Será clave el descanso del partido. Si los resultados dan por descendido al equipo asturiano, la segunda mitad será plácida para los de Pellegrini. Sin embargo, si se dan combinaciones que aumenten la probabilidad de salvación de los gijoneses, el Málaga tendrá que afrontar una segunda parte mucho más trabajada si quiere hacerse con la victoria. Recordemos que no vale el empate, ya que en ese caso, y si el Atleti venciera al Villarreal, adelantarían al Málaga en la clasificación.
Ya sólo queda un paso por dar. Poner la guinda al pastel que han cocinado Pellegrini y los suyos durante toda la temporada. Un pastel que se saboreará como nunca en Málaga.