Revista Educación

Hacer reír

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Hacer reír

" Cuando tenía 12 años uno de los rebeldes me violó. Así es como tuve a mi hijo."

" Cuando tenía 10 años mi padre me echó de casa, en plena guerra en Bagdad, porque escuchar a los Backstreet Boys es de mal musulmán. Dos años después sufrí un secuestro."

" Le vi rajar la barriga de una de las embarazadas y sacar al bebé."

" Había más de cien cabezas cortadas, y luego los intestinos."

" La carne humana sabe como a costillas de cerdo."

" Si algún día me matan, a lo mejor eso sirve para que mi público se indigne y comience la revolución."

" No se puede hablar de sexo, religión o política. Eso puede hacer que te maten. De ISIS sí, de ISIS se puede bromear."

Todas estas frases son extractos (libremente transcritos por mi memoria reciente) del primer capítulo de la serie documental de Netflix "Dangerous World of Comedy". Mientras aquí nos peleamos por establecer los límites del humor, Larry Charles se ha dedicado a preguntarse de qué y cómo se ríen en los lugares donde los peligros son más concretos que los de la ofensa. El guionista y productor de Seinfeld o Entourage visita en un primer episodio (el único que he visto hasta ahora, y por ahora es suficiente) Irak y Liberia. Cuando el integrismo, ISIS, el Ébola y la guerra, la guerra siempre, son el contexto ¿qué mueve a la gente a reír? ¿Qué mueve a la gente a hacer reír? ¿Cómo hacer reír? Larry Charles se lo pregunta y lo pregunta a varios cómicos locales. Y también a Joshua Milton Blahyi, hoy predicador y en su día conocido como el general Butt Naked, célebre por las atrocidades (incluyen canibalismo) que cometió durante la Primera Guerra Civil Liberiana (1989-1997).

Repito que solo he visto un episodio, aún no he descubierto las claves, si las hay, y no cometeré la imprudencia de intentar analizarlas aquí. Pero algo sí sé: al general Butt Naked quien le hace reír es Bill Cosby.

Hacer reír

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