Estar en el hospital durante un periodo de tiempo largo implica tener una actitud positiva y proactiva, es decir, es esencial tener imaginación para poder vivir ese tiempo con paz interior y tranquilidad. Mantener la paciencia no siempre es fácil, sin embargo, es posible.
La lectura es uno de los máximos placeres del ser humano aunque también es verdad que no todas las personas son amantes de la lectura. Pero cuando un enfermo está en el hospital sus expectativas cambian, sencillamente, porque el enfermo no tiene acceso a las comodidades propias de su rutina diaria al estar alejado de su hogar. Por esta razón, un libro que tal vez puede que no tenga tanto valor en la rutina habitual de un trabajador se convierte en un universo de esperanza y en el mejor entretenimiento para un enfermo que lucha contra la enfermedad con valentía en un hospital.
Hoy día, muchos hospitales tienen una biblioteca que pretende ofrecer el mejor servicio de lectura no sólo a los enfermos sino también a los familiares. Un enfermo que está en el hospital no siempre sabe en qué ocupar su tiempo. Sin duda, puede disfrutar de algunos momentos en compañía de algunas visitas. Pero en el hospital conviene tener prudencia para organizar las visitas de forma positiva y no agobiar al enfermo que necesita estar en tranquilidad.
En algunos momentos, el enfermo también puede ver algún programa de televisión que le guste puesto que además, así podrá olvidarse durante un tiempo de su propia enfermedad. Pero además de la televisión, también conviene destacar que hoy día, cualquier enfermo de un hospital debería de dedicar un tiempo a la lectura. Para ello, puede hacer uso de la biblioteca y consultar los títulos disponibles en el catálogo. Además de leer libros también puedes leer alguna revista que sea de una temática que te interese.