por Alejandro Martin
Siento que en la mayor parte del tiempo la mayoría de nosotros hacemos siempre lo mismo sin ningún cambio considerable que nos ayude a producir resultados mejores. Seguro que si vemos un año de tu vida veremos cómo repites el mismo tipo de comportamientos una y otra vez y después te veremos llegando a las navidades con esa típica frustración que nace cuando no estás viviendo la vida que quieres y no estás donde querías, un vacio que aparece en nuestro interior y que nos invita a llenarlo con el consumismo navideño.
Si te ocurre todo lo contrario te encuentras entre ese pequeño grupo de personas escogidas que marcan la diferencia y son líderes en algún campo, son los mejores y viven una vida que merece la pena ser modelada. Si es así enhorabuena, pero no te engañes, casi seguro que seas como la mayoría de nosotros, alguien que desea conseguir determinados resultados pero que constantemente termina por no producirlos y quedarse muy lejos, alguien que llega a las navidades y se siente en parte vacio por no sentirse realizado en algún área en particular, aunque lo peor es que esa sensación la tengas semana tras semana y llenes ese vacío en centros comerciales y clubes de ocio nocturno como discotecas.
Si sigues haciendo siempre lo mismo acabaras teniendo los mismos resultados.
Así de rotundo.
Hace mucho que deje de engañarme y aunque la verdad duele y mucho, este lunes inicie un comportamiento diferente, nuevo. Nunca antes me había levantado a las 6:30 de la mañana por decisión mía (sin que hubiese un motivo de obligación externa) para cumplir un plan que también he fijado de manera individual por ser integro con los compromisos que he adquirido. 3 semanas de reflexión vienen muy bien para clarificar y enfocarse. Es duro, hacer algo nuevo que te saca de tu zona de confort a golpes y que te descoloca por completo, escuchando esa voz interior que en tono grave y a veces cómico te dice, “¿Qué demonios estás haciendo?” Pero tengo el compromiso y la determinación de continuar y mantenerlo, es una elección. Y las elecciones ganan por goleada a las obligaciones. ¿Qué resultado producirá esta nueva acción y este plan? No lo sé exactamente, lo que si se es que serán resultado diferentes, muy diferentes.
Hace años hacia lo contrario, me daba golpes con la misma pared de la misma forma una y otra vez hasta que sangraba mi frente y mi corazón, machacándome con insistencia como lo hace un niño pequeño cuando quiere algo. ¿Por qué no tengo lo que quiero si estoy dando todo lo que tengo?
Porque estas obsesionado con hacer lo mismo una y otra vez, el problema está en ti. Esta es la respuesta que ahora veo con claridad que no quería escuchar, ¿Te suena?
Seré tajante contigo y duro, no porque quiera fastidiarte sino porque me llena de impotencia ver como pasara el tiempo y seguirás pasando por el mismo dolor una y otra vez, porque me dará rabia que busques huir con esas vacaciones y terapias para sentirte bien para cuando estas otra vez de vuelta sigues insistiendo con la misma pared y en el mismo punto. QUE NO, haz algo diferente, reconoce que algo no estás haciendo bien si no tienes los resultados que quieres.
¿Y después quieres que te ayude? Nadie te puede ayudar si sigues empeñado en hacer lo mismo una y otra vez.
Pagaras un precio por cambiar, eso está seguro, por aprender cómo encontrar un lugar donde esa pared de acero te destroza la vida sin parar, espera que quien se la destroza eres tu mismo. ¿No pagas un precio más alto por querer romper y atravesar una pared de acero impenetrable? ¿No te duele demasiado? ¿No estás cansado de ver como tu entorno sufre y se ve perjudicado por tu dolor?
En vez de ir al médico a que te curen las heridas cuando el dolor es insoportable, actúa con la inteligencia de los campeones que actúan antes de que el desastre este encima suyo como el iceberg que inundo el Titanic. Porque así viven la mayoría, espero que tu no, ir a toda prisa por la vida con estrés y ansiedad por llegar a tu destino sin pararse a reflexionar y ver cuál es el mejor camino y la velocidad adecuada en cada momento.
¿Llegar tan rápido? ¿Para qué? ¿No te das cuenta que ir en un coche con los ojos vendados muy rápido es accidente seguro?
Quizás sea mejor quitarse la venda de los ojos y empezar a ir despacio si es que te da miedo aprendiendo como manejar la maquina que conduces. Porque tu maquina no es como un coche es mucho mas compleja que un vehículo de cuatro ruedas, tiene emociones, parte espiritual, mental, familiar…etc. etc.
Si tu maquina es compleja requiere que aprendas como manejarla ahora mismo.
Por eso tienes la responsabilidad contigo mismo y con la gente que te quiere de aprender como liderar tu vida por encima de la locura. Tú te lo mereces y las personas que te quieren también.
Puedes prevenir el dolor e iniciar el camino de la felicidad, la alegría y el placer personal.
¿Qué puedes hacer diferente en estos momentos que te haga prevenir el dolor que puedes tener mañana?
Da el paso, actúa ahora mismo.
Autor Alejandro Martin
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