Revista Filosofía
Como toda forma histórica, tiene la guerra dos aspectos: el de la hora de su invención y el de la hora de su superación. En la hora de su invención significó un progreso incalculable. Hoy, cuando se aspira a superarla, vemos de ella sólo la sucia espalda, su horror, su tosquedad, su insuficiencia. Del mismo modo, solemos, sin mas reflexión, maldecir de la esclavitud, no advirtiendo el maravilloso adelanto que representó cuando fue inventada. Porque antes lo que se hacía era matar a todos los vencidos. Fue un genio bienhechor de la humanidad el primero que ideó, en vez de matar a los prisioneros, conservarles la vida y aprovechar su labor.
Ortega y Gasset, La rebelión de las masas
Si suponemos que la historia avanza conforme ese patrón de conservación y superación y que nuestro presente conserva todos los errores del pasado, primero hemos de tener claro que existe algo llamado "Verdad" o "Bien" hacia lo cual tendemos, ¿pero acaso podemos cerciorarnos de su existencia objetiva?, ¿no necesitamos, más bien, contar con ideales como estos para admitir que la historia se rige por algún patrón?, ¿no es todo una hipótesis sostenida sobre otra hipótesis?, ¿y no es vano cualquier intento de fundamentacion, pues la idea misma de "fundamentación" es ya una hipótesis montada sobre otra?