Libertad, igualdad, fraternidad, los valores de la Revolución Francesa que inspiraron nuestra modernidad, están siendo atacados por masas de anticiudadanos que pretenden forjar una contrarrevolución que acelere la conversión de Europa en Eurabia.
Europa está siendo acosada por masas de nihilistas y por el islamismo profético que la considera el espacio natural para su expansión, apoyándose en este terrorismo de masas seguidor del nacionalismo y del imperialismo wahabi-salafista nacido en Arabia.
Los disturbios no son la revolución de los pobres, como afirman los telepredicadores informativos y otras oenegés parecidas. Los protagonistas han gozado de la sociedad del bienestar que garantiza la República: escuelas, ayudas sociales, viviendas, subvenciones, alimentos y becas. Más de 1.500 euros mensuales para una familia que prefiere vivir de subsidios a trabajar.
Muchos han desperdiciado oportunidades y dinero, y han aprovechado las asistencias estatales para huir de cualquier trabajo y mejorar la vida como macarras y camellos.
Admiradores de Ben Laden, creen que cada musulmán cultural, aunque no sea religioso, puede tomar como botín lo que desee, porque previamente le ha sido arrebatado por los cruzados cristianos
Lo que reina verdaderamente es una grave dolencia social que repta desde una ciega brutalidad medieval hacia la barbarie nihilista. Una religiosidad desordenada que los imanes moderados no pueden encauzar.
Muchos descendientes de moriscos expulsados de España en 1609 tras sus revueltas –similares a las de la Francia actual—aseguran también que este país es suyo, y que los actuales españoles son herederos de los infieles usurpadores.
Que tiemble España. Esas mismas personas afirman que lo que ha sido islamizado volverá al islam por cualquier medio: lo que advertían los terroristas del 11M.
El islam fue rechazado militarmente en Poitiers, Francia, por Carlos Martel en 732, pero el iluminismo de esta religión hace que muchos creyentes aseveren que Europa será musulmana a partir de la Eurabia que ellos están forjando poco a poco.
SOLIDARIDAD CON ISRAEL
El fanático islamista Mamud Ahmadineyad, presidente de Irán, invitó hace unos días al mundo musulmán a “borrar el Estado de los judíos de la faz de la tierra”.
La reacción de los dirigentes de países civilizados, incluyendo los de España, fue presentar una protesta oficial ante los embajadores de Irán en sus capitales.
También se manifestaron millares de personas frente a las embajadas iraníes en distintas ciudades de todo el mundo para expresar su rechazo a los deseos del presidente iraní, un radical religioso capaz de ejecutar cualquier locura.
La Federación de Comunidades Judías de España y la Asociación Solidaridad España-Israel, junto con distintas organizaciones entre las que se encuentran las juventudes socialistas y populares, han convocado para el próximo viernes, 11, a las 14,00 horas, una concentración frente a la embajada de Irán en España, calle Jerez, 5, Madrid.
Será el momento idóneo para que numerosas figuras españolas del mundo del arte y de la cultura expresen sus deseos de paz y su respeto hacia un país democrático y legalmente constituido cuyos ciudadanos están bajo la amenaza de ser sometidos a un nuevo Holocausto.
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