Puntuación @cineEnCines: 7/10
Revista Cine
El cine es el arte de la luz. Por eso, el proyecto en el que se embarca Misako, de hacer a un grupo de personas invidentes “ver" una película, es difícil y arriesgado, y da pie a muchas reflexiones sobre la belleza, las sensaciones, y nuestra capacidad de comunicarlas. Y, en el fondo, la profunda tristeza de Masaya, cuyo modo de vida, cuya pasión, era también la luz, y tiene que enfrentarse a perderla para siempre. Merece la pena destacar este trabajo de interpretación, lleno de fuerza y sentimiento. Esta película es luminosa, no solo por el tema y la espléndida fotografía, sino también porque, aun en una tristeza insondable, la vida sigue, y sigue estando llena de promesas.