La dificultad de la cultura de trabajo basada en el 2.0 es unir la tradicional jerarquía con las nuevas redes de colaboración. En el blog Internal Comms encontramos un interesante gráfico de David Armano (el autor del famoso dibujo de la cultura del paraguas y tazón de cereales), que explica claramente la diferencia de ambos sistemas.
¿Crees posible unir o combinar ambas culturas? ¿Que receta propones para ello? Tal vez uniendo ambas formas de trabajo, lleguemos pronto a una jerarquía colaborativa, con jefes que tengan autoridad formal y además permitan el trabajo y la conexión interdisciplinar a través de redes informales. ¿Suena bien?
Para acabar, os dejamos con la tesis 50 del Manifiesto Cluetrain dice precisamente: "Hoy en día, el organigrama está hiperenlazado, no jerarquizado. El respeto al conocimiento práctico resulta más importante que la autoridad abstracta."